La Bolsa porteña cerró ayer en baja. Las acciones líderes finalizaron con un retroceso del 1 por ciento, a pesar del incremento en el precio del petróleo –de 2,4 por ciento– que benefició a las empresas del sector. Los títulos públicos también sufrieron un descenso, de 2 por ciento en promedio. La caída estuvo vinculada con los anuncios de recorte presupuestario en Estados Unidos y la incertidumbre que existe respecto de la situación financiera en algunos países de Europa (ver aparte). En la plaza cambiaria, el dólar operó en el segmento mayorista equilibrado, al público la divisa se ofreció a 4 pesos y el euro cedió un centavo a 5,26.

El reducido nivel de operaciones en el mercado local muestra que la baja de ayer no es un cambio de tendencia, según resalta el informe de una consultora privada. En acciones se negociaron apenas 57,5 millones de pesos, contra un promedio por encima de los 100 millones cuando el mercado se mostraba alcista. De hecho, tanto precios como montos negociados vienen creciendo fuertemente desde inicios de año. Entre las 14 empresas que integran el reducido panel Merval cerraron con signos positivos los papeles de Banco Macro (1,5 por ciento), Siderar (1,4), Transener (0,7), Aluar (0,4) y Banco Patagonia (0,2). Los títulos públicos tampoco lograron escapar a la tendencia internacional. Entre las emisiones más líquidas en la Bolsa se encuentra la baja de 2,5 por ciento del bono Par, seguido por el cupón de PIB, que retrocedió 1,8 por ciento.

El dólar inició la semana sin sobresaltos. De todos modos se vivió una mayor actividad en las mesas debido a compensaciones de fin de mes y a una ligera retracción en el nivel de ventas de los exportadores tradicionales. Esto generó cierto fortalecimiento de la demanda con el consecuente impacto en la cotización, aunque no precisó de la presencia del Central, que informó no haber participado de la rueda. El stock de reservas se mantuvo entonces en 52.040 millones de dólares.