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Después de una semana en la que el dólar estuvo a punto de perforar el piso de 3 pesos, ayer terminó prácticamente en el mismo escalón que la semana anterior. En los bancos y casas de cambio se consiguió a 3,18 pesos para la compra y 3,24 para la venta, aunque varias agencias lo vendieron a 3,25 pesos. En la City creen que la moneda estadounidense se estabilizará en torno de esta marca o incluso algunos centavos más arriba en el corto plazo. La clave del rally alcista de la divisa en las últimas jornadas se relacionó con la escasa liquidación por parte de los exportadores y la mayor demanda de las grandes empresas.
Los exportadores apenas liquidaron 10,4 millones de dólares en la ventanilla del Banco Central, a los que se añaden otros 18,6 millones que vendieron las compañías cerealeras directamente en los bancos. Este monto de liquidación se encuentra muy por debajo de los niveles de la semana pasada y de comienzos de ésta. ¿Por qué? Los exportadores prevén un dólar más alto en los próximos días y por eso prefieren retener las divisas y sentarse a esperar. Está ocurriendo el fenómeno contrario al de hace algunas jornadas atrás, cuando esos operadores se apuraban por vender sus dólares antes de que la cotización siguiera cayendo. El récord ocurrió hace diez días, cuando en una jornada el Central absorbió 124 millones.
La percepción de los financistas es que el tipo de cambio se ubicará en una franja de entre 3,20 a 3,30 pesos en el corto plazo. Y que el BC reforzará su estrategia de ir retirándose del mercado. Ayer, por caso, por la autoridad monetaria pasaron apenas 10 millones de dólares sobre los 72 millones que se operaron en divisas en el sistema electrónico (Siopel) donde participan los grandes operadores. Precisamente, el objetivo de Alfonso Prat Gay, presidente del BC, es que sea el mercado, en vez del Central, el que le ponga precio de equilibrio al dólar. En las últimas dos jornadas pudo acercarse a ese objetivo porque apareció la demanda de divisas, un hecho inexistente a comienzos de la semana. Sin una intervención masiva, el Central deja de absorber dólares y así evitar emitir pesos para comprarlos. Este es uno de los límites impuestos por el Fondo Monetario para sellar el acuerdo.
Desde el Central también argumentaron que la suba del dólar estuvo en sintonía con lo sucedido en los mercados internacionales. Como en Brasil, donde el dólar terminó en 3,63 reales. Con los 10,1 millones obtenidos ayer, el Central lleva ganados 507,4 millones de dólares en el mes, por lo que se aseguró un récord mensual.
El cambio de tendencia en el mercado quedó en evidencia anteayer, con los grandes inversores comprando Letras del Banco Central (Lebac) dolarizadas para quedar cubiertos ante un rally alcista. Las Lebac se constituyeron en el mejor vehículo para hacerlo ya que existen restricciones del BC, por las que se impide adquirir más de 150 mil dólares mensuales.
Si bien las medidas de flexibilización de los controles cambiarios quedaron en el freezer, lo más probable es que Prat Gay quite algunas trabas la próxima semana. La suba del tipo de cambio le dio aire para diseñar las medidas tendientes a elevar la demanda de divisas. Cabe recordar que la liberalización del mercado cambiario también forma parte de la batería de condicionalidades del FMI.
La suba del dólar también se evidenció en el mercado de futuros. Para fin de mes, la moneda estadounidense cotizó a 3,26 pesos, mientras que para fines de abril cerró en 3,47.