Las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea para alcanzar un acuerdo de libre comercio finalizaron ayer en Bruselas sin avances en los aspectos relevantes. Los bloques volverán a reunirse entre el 2 y el 6 de mayo en Asunción, Paraguay, pero es improbable que resurja el impulso que habían alcanzado las conversaciones antes del encuentro que acaba de finalizar y que habían generado especulaciones respecto de un eventual entendimiento este mismo año. La razón es que en Europa pasó a imponerse la posición de países como Francia, España e Inglaterra, que se resisten a abrir sus mercados a los productos primarios sudamericanos. Sin esa concesión, el Mercosur tampoco accederá a levantar restricciones al comercio industrial.

Se suponía que en esta cuarta ronda de negociación en Bruselas ambos bloques presentarían un listado con las ofertas de los productos cuyo ingreso estaban dispuestos a aceptar. Sin embargo, Europa sorprendió el lunes anunciando que todavía no había alcanzado un acuerdo interno en este punto y que necesitará más tiempo para resolver la cuestión. “En la actual coyuntura existen limitaciones para alcanzar un acuerdo que cumpla con las expectativas planteadas en el momento del relanzamiento de la negociación”, explicó ayer desde la capital belga el secretario de Comercio y Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Luis María Kreckler.

El comunicado oficial que entregaron los países luego de cinco días de reuniones reconoce que “se debe trabajar intensamente en todas las áreas de negociación” para alcanzar un acuerdo “exhaustivo, equilibrado y ambicioso”. “Los bloques seguirán preparando internamente ofertas comerciales mejoradas, y cuando finalicen el trabajo decidirán una fecha para su intercambio simultáneo”, se explicó.