ECONOMíA › EN EL SENADO, EL MINISTRO QUE NO ACEPTA INMUNIDAD PARA EL BCRA
Lavagna no quiere a los intocables
El ministro aprovechó una reunión con senadores justicialistas para oponerse a un pedido de Prat Gay. También reclamó aprobar el paquete impositivo, condición del acuerdo con el Fondo.
Necesitado de que el Congreso apruebe normas previstas en el acuerdo con el FMI, Roberto Lavagna rindió examen frente a los senadores justicialistas. Durante tres horas respondió preguntas sobre el reciente acuerdo con el Fondo, reclamó la sanción de la reforma impositiva y negó la posibilidad de que la mediación entre deudores y acreedores fuera obligatoria. “El Estado no se tiene que involucrar en la relación entre privados”, dijo para salir del paso y evitar una pelea con los bancos.
El ministro dijo que los bancos públicos son los que más juicios tienen contra deudores y que se autoimpusieron un freno a las ejecuciones. También se mostró contrario a que el directorio del Banco Central tenga inmunidad, un reclamo que acaba de concretar Alfonso Prat Gay, titular del BC. En el encuentro con Lavagna no faltaron los reclamos de fondos de los senadores para sus provincias ni estuvo ausente la interna del PJ: los más duros con el ministro fueron los legisladores que responden a Carlos Menem y a Adolfo Rodríguez Saá.
La menemista Sonia Escudero criticó al ministro por el acuerdo con el Fondo. En la misma línea despuntó la “adolfista” Liliana Negre de Alonso, quien planteó reparos a la contratación del asesor financiero para renegociar la deuda. Frente a ellas, el ministro negó la existencia de una Carta paralela, pero admitió que hay documentos conexos que forman parte del pacto pero que no serán divulgados públicamente.
Tras una exposición de casi una hora acerca del acuerdo con Washington, algunos senadores aprovecharon la presencia de Lavagna para reclamar dinero. Un grupo se unió para pedir fondos para gastos de vialidad. El entrerriano Jorge Busti protestó por los 15 millones de pesos que no habían llegado a su provincia para pagar sueldos. Lavagna lo negó.
Acerca del memorándum rubricado con el FMI, lo central fueron dos puntos: la posible privatización de la banca pública y la reforma impositiva. Respecto del primer tema, el ministro se permitió una “opinión personal”: “Soy partidario de que el 90 por ciento del capital continúe en poder del Estado, pero el 10 por ciento restante debería pasar a manos privadas; tener oferta pública en la Bolsa”, señaló. En línea con lo que firmó en la Carta de Intención, confirmó que a fin de mes se convocará a una licitación para contratar a una consultora que analice el funcionamiento de las entidades públicas.
En relación con los cambios impositivos que promovió el Fondo, el titular de Hacienda reveló que la eliminación de la exención de Ganancias a los reembolsos a los exportadores generará una recaudación adicional de 200 millones de pesos anuales. Los senadores prometieron sancionar el proyecto que ya está en la Cámara alta. En cambio, hubo diferencias en relación con la caducidad de los planes de competitividad. No de aquellos que benefician a los sectores que ganaron con la devaluación, como el sector agrario. Pero sí respecto de los rubros que se perjudicaron. La única sesión de extraordinarias ocurrirá dentro de dos semanas, y los senadores no se comprometieron a aprobar este punto.
El santacruceño Marcelo Guinle se mostró partidario de que el Senado apruebe su iniciativa para hacer obligatorias las mediaciones. Lavagna se negó. Los senadores del PJ volverán sobre la cuestión al recibir hoy a los directores del Banco Nación, a quienes reclamarán que eviten las ejecuciones del sector productivo.