Desde Asunción

El ministro de Economía y flamante candidato a la vicepresidencia, Amado Boudou, fue una de las figuras más buscadas en la Cumbre del Mercosur. Al término de la reunión que ayer por la tarde mantuvo con sus pares de la región conversó con un grupo de periodistas y luego siguió la charla con Página/12 camino a su hotel. El funcionario analizó los avances que se lograron en el encuentro, dio su opinión sobre por qué cree que la Presidenta lo eligió para integrar la fórmula del Frente para la Victoria y se metió de lleno en la campaña cuestionando con dureza a la oposición.

–Una de las claves del encuentro fue la posibilidad de trabajar en una expansión del comercio intraMercosur en un momento de la economía mundial donde se está viendo un crecimiento muy lento de Estados Unidos y de Europa. Lo que el ministro de Brasil, Guido Mantega, definió como “guerra de monedas” el año pasado son tensiones que aún hoy existen. Estamos viendo que los flujos de comercio tienen una corriente favorable hacia nuestros países porque crecemos más rápido que el resto del mundo. En el mediano plazo esto se puede convertir en un problema y la solución superadora es que crezca el comercio intraMercosur.

–Hay que lograr una mayor integración productiva, trabajar sobre las cadenas de valor. En Argentina venimos teniendo experiencias con la industria automotriz y autopartista para balancear los intercambios comerciales. Creo que es una política inteligente y que ha servido para que el crecimiento de la industria automotriz no signifique un deterioro de la balanza comercial. Esto que hemos hecho sectorialmente seguramente vamos a poder encontrar mecanismos para hacerlo con otros sectores. Por eso es muy importante que a partir de ahora también sean incorporados los ministros de industria y producción a las reuniones del Mercosur. Esto va a permitir tener la perspectiva sectorial. Hemos evaluado el buen momento de la región, pero lo hemos hecho previendo escenarios a futuro y empezando a trabajar sobre ello. Una de las claves de América latina fue que durante los últimos ocho años trabajamos para sostener los superávit fiscal y comercial, pero también para acumular reservas en los Bancos Centrales y lo vamos a seguir haciendo. Es una política que en otros momentos era denostada por los organismos multilaterales y que terminó siendo clave.

–Informalmente existe algún nivel de coordinación porque Brasil y algunos otros países de la región tuvieron una política de acumulación de reservas similar.

–Pero avanzamos con un swap con Brasil en el año 2008 que fue una actividad preventiva muy importante frente a la crisis que venía. Hemos iniciado algunos estudios para generar conocimiento desde el propio Mercosur y que no sea siempre literatura anglosajona la que se utiliza en estos análisis. En tal sentido estamos trabajando con el tema de reservas óptimas y el flujo de capitales donde la propia práctica nos ha demostrado que avanzar con ideas heterodoxas y alternativas ha sido no sólo una novedad, sino parte del éxito de estos años. La acumulación de reservas era vista por el FMI como una herejía. Demostramos que tener este tipo de reaseguro fue central para enfrentar la crisis. Lo mismo con el control de los capitales especulativos. Nos decían que era un error y quedó demostrado que fue una excelente política. De hecho, hoy Brasil está implementando algo conceptualmente muy parecido.

–Yo vine como ministro de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y estoy muy contento trabajando con colegas que pertenecen a gobiernos con los cuales compartimos objetivos similares, como el crecimiento con inclusión.

–Nosotros tenemos la fortaleza de ser un espacio que tiene para mostrar una gestión de ocho años. Los argentinos pueden confiar porque saben que Cristina Fernández de Kirchner es una persona que hace lo que dice y dice lo que piensa. Este es un valor que ninguno de los otros espacios tiene porque ya son todas figuras gastadas que han fracasado, que no traen ninguna renovación sino que, por el contrario, son las caras de la Argentina que no creo que ningún argentino quiera volver a ver.

–Las palabras de la Presidenta fueron tan fuertes y tan emotivas que es difícil hacer otra evaluación, pero la verdad es creo que tiene que ver más que nada con el compromiso. Tiene que ver con que yo asumo este proyecto político con la pasión de seguir a alguien que está cambiando la historia argentina como nunca antes se había hecho. A mí me llena de orgullo haber hecho la tarea técnica correspondiente a la estatización de los fondos de las AFJP o con el tema del uso de las reservas, pero también me gustó haber podido dar la discusión política, explicar por qué lo hacíamos.