ECONOMíA › NUEVO RECLAMO POR LA RENEGOCIACION DE LA DEUDA

En el Fondo siguen apretando

“Probablemente no hay ningún aspecto del programa argentino que haya avanzado con la rapidez que cualquiera de nosotros haya querido, entre los cuales incluyo la reestructuración de la deuda.” Así el vocero del Fondo Monetario, Thomas Dawson, le reclamó al gobierno de Duhalde que acelere la renegociación de la deuda externa con los acreedores privados. Sin embargo, Roberto Lavagna, quien hoy viaja a Italia para participar de la asamblea anual del BID, considera que recién a fin de año el nuevo gobierno podría sentarse a negociar con los acreedores.
“La necesidad de dialogar con sus acreedores, de trabajar entre acreedores y deudores, es claramente algo que muchas partes han señalado”, se despachó ayer Dawson, al referirse a las tareas pendientes de la administración Duhalde. El vocero principal del Fondo repitió el planteo que el martes efectuó el propio titular del organismo, Hoerst Koheler.
“Han sido tiempos difíciles para Argentina”, admitió. “Se han hecho progresos significativos, pero ahora esperamos avanzar en ese progreso”, agregó. Fue durante una conferencia de prensa en Washington, organizada por el FMI para anunciar que la “asamblea de primavera” (boreal) del organismo, agendada para la segunda semana de abril, no se suspende por guerra.
En Washington saben que la administración Duhalde, a semanas de las elecciones, no puede encarar ninguna renegociación de la deuda creíble. Pero el reclamo apunta a que se apuren los tiempos del proceso técnico previo, en el que habría que identificar a los acreedores y entrar en contacto con ellos.
El Gobierno dejó esa tarea en el banco de inversión Lazard Freres, que se adjudicó la licitación pública internacional efectuada hace un mes para designar un asesor financiero. Esta entidad debería realizar un relevamiento y suministrar un detallado informe acerca de cómo está distribuida la deuda pública argentina, trabajo que debe incluir la densidad por regiones y las características de los tenedores, ya sean institucionales o particulares. Hay quienes temen que el hecho de que el banco asesor sea francés dificulte las cosas ante los acreedores radicados en Estados Unidos, donde parece extenderse una ola francobófica. Sin embargo, es sabido que en Wall Street “negocios son negocios”, sin importar quién los lleve adelante.
La semana pasada el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, realizó una gira por Japón y los Estados Unidos para comenzar los primeros contactos con los acreedores. En tanto que, días atrás, Lavagna adelantó que el trabajo previo demandará no menos de 6 meses y que recién sobre el cuarto trimestre de este año podrían estar en condiciones para que el próximo gobierno realice una oferta concreta a los acreedores. También dijo que la renegociación “va a ser dura porque los acreedores necesariamente deberán ser realistas”. En privado, el ministro cree que una propuesta viable debería contemplar una quita de capital de hasta el 70 por ciento.
Lavagna parte hoy hacia Milán para participar de la reunión anual del Banco Interamericano de Desarrollo, que se realizará en esa ciudad entre el sábado 22 y el martes 25 de marzo. El BID, conducido por Enrique Iglesias, es el organismo que más presionó en Washington para que el Fondo cerrara una acuerdo con el país. Durante su estadía en Milán la agenda del ministro estará colmada de reuniones con funcionarios del BID, el Banco Mundial y el Fondo, además de banqueros internacionales, habitués en esta clase de foros.

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