Uno de los riesgos más mencionados de la crisis internacional sobre la economía argentina es que interrumpa el proceso de inversiones del sector privado, provocando un enfriamiento del nivel de actividad y un menor ritmo en la creación de puestos de trabajo. El Gobierno también está atento a esta cuestión. Sin embargo, un relevamiento que acaba de terminar el Ministerio de Industria entre 104 grandes empresas industriales de todo el país arrojó resultados alentadores. El 76 por ciento de ellas respondió que tiene planes concretos de inversión para el año próximo. El 71 por ciento indicó que proyecta un aumento de la producción. Y el 54 por ciento anticipó una suba en su plantel de trabajadores. El sostenimiento de la demanda interna, más que un aumento de las exportaciones, explica esas previsiones en la mayoría de los casos, según destaca el informe oficial.

La encuesta fue realizada entre octubre y diciembre por el Centro de Estudios para la Producción (CEP), que viene haciendo esta investigación de manera constante desde hace nueve años. El CEP depende de la cartera que conduce Débora Giorgi. En las conclusiones, la funcionaria expuso las dos líneas centrales del Gobierno para hacer frente a la crisis global: fortalecer el mercado interno y apuntar a una mayor integración con los países del Mercosur –en particular– y América latina, a fin de sustituir importaciones a escala regional. El objetivo es que los países de esta parte del mundo aumenten su intercambio comercial, reemplazando a proveedores de extrazona.

“Debemos seguir invirtiendo para sostener la demanda de este mercado interno que nos permitió sortear la crisis de 2009, y además llegar al mercado intrazona que nos brinda América latina”, apuntó la jefa de Industria. “Argentina encara 2012 en un contexto económico mundial complejo, pero con la certeza de que supimos construir una oportunidad para profundizar el proceso de industrialización”, agregó.

En ese sentido, el 76 por ciento de las empresas consultadas afirmó que el próximo año invertirá para aumentar su capacidad productiva. El resultado es mejor que el obtenido en 2010 para los siguientes doce meses, cuando el 69 por ciento de las firmas preveía inversiones. El CEP preguntó en particular qué compañías planean volcar dinero en las áreas de investigación y desarrollo. Contestaron afirmativamente el 63 por ciento, un porcentaje similar al de este año. Los rubros que más apuestan a la innovación son el químico y los relacionados con la industria alimentaria.

La tasa de inversión general llegó en el tercer trimestre a un máximo histórico, al alcanzar el 26,2 por ciento del PIB. Y en el acumulado de los primeros nueve meses de 2011 la cifra también es record, con 24,4 por ciento. Esos datos, incluidos en el informe, desmienten una de las muletillas de sectores empresarios o mediáticos referidas a que en el país no existe seguridad jurídica o un clima de negocios propicio para la inversión.

La encuesta del CEP entre 104 grandes industrias abarcó a los sectores de alimentos y bebidas, productos de tabaco, textil y cueros, madera, papel y cartón, edición e impresión, procesamiento de petróleo, química y petroquímica, caucho y plástico, minerales no metálicos (insumos para la construcción), siderurgia, productos elaborados de metal, metalmecánica, automotor y autopartes, y aeronáutica.

El eventual impacto de la crisis internacional se perfila de manera más clara frente a la proyección de exportaciones. El 49 por ciento estima que subirán –contra el 54 por ciento que había dicho lo mismo en 2010 de cara al 2011–, el 34 por ciento supone que seguirán igual y el 17 por ciento vaticina una caída. De todos modos, las cifras son positivas, o al menos no permiten vislumbrar ninguna debacle.

En materia de empleo, los resultados son mejores. El 54 por ciento de las 104 grandes compañías dijo que aumentará su dotación de personal, el 40 por ciento afirmó que seguirá sin variación y sólo el 6 por ciento advirtió que planea reducirlo. Esas cifras se ajustan a otro de los puntos de la encuesta: qué pasará con el nivel de producción en 2012. El 71 por ciento consideró que aumentará, el 17 por ciento que no registrará variaciones y el 12 por ciento, que caerá.