La recaudación impositiva cerrará este año en unos 540 mil millones de pesos, lo que representa una suba del 30 por ciento frente a 2010. A su vez, la meta de casi 670 mil millones de pesos de ingresos fiscales para el año que viene que prevé el Presupuesto supone un crecimiento de 23 por ciento. Los datos fueron adelantados ayer por el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, quien consideró que a pesar de una posible desaceleración a raíz de la crisis internacional, en la economía argentina “seguirá la actividad en el mercado interno”. Para explicar la recomposición de reservas que viene realizando el Banco Central para sostener el precio del dólar, superada la corrida cambiaria de noviembre y en un mercado estable, Echegaray subrayó el rol que está cumpliendo el nuevo esquema de compra de divisas que implementó el organismo recaudador. En ese sentido, espera que la próxima declaración del Impuesto a las Ganancias no sea subestimada por las firmas, que ahora la necesitan para comprar dólares. Ayer la divisa estadounidense subió un centavo (ver aparte).

En términos interanuales, el crecimiento de la recaudación en 2010 fue de 34,4 por ciento y en 2011 el avance sería de 30 por ciento. En ambos casos hubo un sobrecumplimiento de la pauta presupuestaria superior al 10 por ciento. La recaudación en diciembre, que se conocerá la semana próxima, será de unos 48 mil millones de pesos. Según la AFIP, el incremento en 2012 sería del 23 por ciento, en línea con un menor ritmo de actividad económica por el impacto de la crisis global. “Vamos a dirigir la mirada a los grandes operadores del comercio exterior, que representan el principal sector de la recaudación. Estamos poniendo el énfasis en lo que hacen en el exterior con la producción del país”, indicó Echegaray. Algunas de las grandes cerealeras que operan en la economía nacional, como Cargill, Bunge y Dreyfus, son acusadas de realizar maniobras de triangulación con paraísos fiscales para evadir impuestos.

Echegaray subrayó la importancia del nuevo esquema de control a la compra de dólares para explicar la recuperación de la calma en el mercado cambiario, por encima de la repatriación de divisas que se impuso a las empresas aseguradoras, la liquidación de los dólares provenientes de las exportaciones del sector minero y petrolero y la gestión del Gobierno para que las empresas posterguen por un tiempo el pago de importaciones. “Lo que más cambió respecto de cómo funcionaba el mercado cambiario fue el esquema de compra de dólares. El sistema se había pensado hace dos años, cuando estaba Martín Redrado en el Banco Central”, indicó Echegaray a Página/12 durante una reunión con la prensa por el brindis de fin de año. También aseguró que “desde la AFIP no se realizó ningún llamado a los empresarios para pedirles que no compren dólares”.

“Todas las versiones catastróficas no se cumplieron y es posible comprar todos los dólares que se quiera en la medida en que se lo haga dentro del circuito formal, es decir en blanco. Los controles ‘secaron’ a los arbolitos”, dijo el titular de la AFIP. Además, consideró que la imposición de adaptar las compras de dólares a los registros impositivos oficiales incentivará a las empresas a que realicen el año próximo una declaración jurada del Impuesto a las Ganancias más ajustada a los valores reales y que eviten la subdeclaración del tributo. El funcionario afirmó que el sistema de control a la compra de dólares continuará de la misma forma el año que viene y que durante el tiempo que lleva en funcionamiento no experimentó ningún tipo de flexibilización.

Por otro lado, los trabajadores de la DGI y las autoridades del organismo mantienen un conflicto vinculado con la modificación del horario de atención al público a partir de enero, por el cual el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria. El funcionario defendió el “corrimiento de bandas horarias de modo de unificar la atención en todo el país”.