ECONOMíA › HABRIA MAS DE 10 MILLONES DE INDIGENTES EN EL PAIS
Comer se convirtió en un lujo
Desde la devaluación, el costo de la canasta básica de alimentos aumentó 78,5 por ciento. Para una familia tipo es de 333 pesos, según datos oficiales, frente a los 150 lecop del Plan Jefes de Hogar.
La canasta básica de alimentos aumentó desde la devaluación 78,5 por ciento. En marzo pasado esa cesta para una familia tipo con dos hijos alcanzó los 333 pesos, más del doble que el subsidio que entrega el Gobierno a través de los planes Jefas y Jefes de Hogar. Así, el número de indigentes en el país superaría los 10 millones de personas.
Si bien la inflación de precios minoristas se desaceleró en los últimos meses, los precios de los alimentos siguieron aumentando a un ritmo sensiblemente mayor que el promedio. Por caso, en marzo el precio de la leche subió más del 6 por ciento.
Justamente, éste imparable ascenso de los alimentos esenciales amenaza con seguir propagando la indigencia por todo el país. Ayer, el Indec publicó los datos de la canasta básica de alimentos, los cuales confirman los pronósticos más sombríos.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, el costo de la canasta alimentaria aumentó 2 por ciento desde enero pasado, y acumula una suba desde el inicio la devaluación del 78,5 por ciento. En el mismo período, el IPC creció “sólo” 44,5 por ciento.
Dicha canasta está compuesta por “una dieta alimenticia mínima en calorías, necesarias para desarrollar una actividad física moderada”, tal cual la definen los técnicos del Indec. De hecho, para un adulto varón, de entre 30 y 60 años, supone un consumo diario de unas 2700 calorías, un nivel bastante más bajo del consumo medio a nivel nacional, que ronda las 3200 calorías.
La importancia de este indicador radica en que es la base para medir la llamada línea de indigencia. Las familias que no llegan a comprar la canasta básica alimentaria son consideradas indigentes. En marzo, para una familia con dos hijos, el valor de esa línea fue de 333,2 pesos. Para una familia con un hijo, 263 pesos; y con tres hijos, 362 pesos.
En todos los casos es evidente que el subsidio de 150 lecop mensuales, que otorga el Plan Jefas y Jefes de Hogar, es insuficiente para rescatar a las familias indigentes de su condición de tales. Más aún, en el caso de una familia tipo (con dos hijos) apenas llega a cubrir el 45 por ciento de la canasta alimentaria elemental para salir de la indigencia.
Para peor, desde octubre, cuando el Indec realizó la última medición de pobreza e indigencia a través de la encuesta de hogares, el costo de la canasta no dejó de crecer. Para la familia tipo, por ejemplo, el aumento desde octubre fue de casi el 4 por ciento.
En octubre, el 27,5 por ciento de los argentinos se hallaba bajo la línea de indigencia; esto es, más de 9,4 millones de personas. Por eso, según los expertos, no sería descabellado pensar que hoy los indigentes superarían los 10 millones.
Distinta sería la situación de las personas bajo la línea de pobreza, demarcada por la llamada “canasta básica total”, que incluye no sólo alimentos sino también servicios e indumentaria. Según el Indec, el valor de esta canasta, para una familia tipo era en marzo de 723 pesos, un incremento del 1,5 por ciento. Desde marzo del año pasado, en tanto, el aumento fue del 38 por ciento. Sin embargo, en los últimos meses, el valor de esta canasta cayó suavemente, lo cual sumado a la tenue recuperación del empleo podrían redundar en una pequeña disminución de la pobreza. En octubre, el 57,5 por ciento de la población se encontraba bajo la línea de pobreza; es decir, más de 18 millones de personas.