Chubut decidió ayer devolverle a la nacionalizada YPF las licencias para operar en Campamento Central-Cañadón Perdido y Escalante-El Trébol, dos áreas petroleras que le había retirado cuando estaba controlada por Repsol. En su momento, la provincia alegó una supuesta falta de inversiones en esas explotaciones, situación que la nueva gestión se comprometió a revertir. De hecho, la petrolera adelantó que este año invertirá en esas áreas 130 millones de dólares.

El gobernador Martín Buzzi afirmó ayer que la decisión se tomó al término de “una extensa negociación, cuyo resultado garantiza a la provincia la ejecución este mismo año de un ambicioso plan de inversiones”. El plan acordado permitirá fortalecer la producción e incluye, como “un hecho muy importante” –según palabras del propio Buzzi–, la perforación de dos pozos para la exploración de petróleo no convencional (shale oil).

Buzzi señaló que “la propuesta acordada con YPF supera nuestras mejores expectativas” y destacó “la permanente comunicación con el gerente general de la empresa, Miguel Galuccio, con quien estamos trabajando codo a codo para recuperar la producción”. De acuerdo con lo informado por la Gobernación, “el monto de la inversión supera en un 26 por ciento el nivel exigido en la licitación que ahora quedó sin efecto”.

De este modo, Chubut se suma a las provincias de Neuquén, Santa Cruz y Mendoza, las cuales también le habían quitado áreas a YPF y luego de la nacionalización decidieron dar marcha atrás con esa decisión.

A su vez, el embajador argentino en Angola, Agustín Caballero, informó ayer que la Argentina pretende adquirir gas natural licuado en ese país, después de concluir el proceso de negociación con la petrolera de estructura mixta Sonangol, tras la cancelación de las ventas de gas en barcos por parte de Repsol. Según anunció el diplomático, la intención es “diversificar y aumentar” el comercio entre los dos países, tras la misión comercial que la semana pasada encabezó la Presidenta de la Nación.