El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, todavía no sabe si podrá aprobar por ley la reforma fiscal que actualiza el valor de los campos, modifica ingresos brutos y sellos y amplía la capacidad de endeudamiento de la provincia. Según indicaron a este diario diputados del Frente para la Victoria bonaerense, el oficialismo continúa buscando el quórum para sesionar esta semana. “Estamos cerca”, dijeron. El FpV necesita reunir 47 legisladores para obtener el quórum necesario, pero hasta el momento cuenta con 45 diputados. Los legisladores del Frente Amplio Progresista negaron cualquier acercamiento con el sciolismo e incluso atribuyeron las dificultades para realizar la sesión a las “internas” dentro del propio bloque del FpV. La UCR tampoco apoyaría.

La presidencia de la Cámara de Diputados debe convocar a la sesión 48 horas antes de su realización. Por el momento, no hubo ninguna comunicación, por lo que la última oportunidad para sesionar sería el jueves, ya que el viernes es feriado. “Si no conseguimos el quórum esta semana, intentaremos la próxima. La idea es sacar el proyecto tal cual está”, indicó a este diario un legislador del oficialismo bonaerense.

La iniciativa presentada por Scioli propone actualizar el valor fiscal de los campos, introduce modificaciones en ingresos brutos y sellos y amplía la capacidad de endeudamiento de la provincia. La actualización en el valor fiscal de la tierra, congelado hace quince años, permitirá recaudar a la provincia trescientos millones de pesos sobre un total de 2600 millones adicionales proyectados. El impacto de las modificaciones no pone en riesgo la rentabilidad agropecuaria. Con el incremento, el impuesto inmobiliario rural promedio pasaría de 46 pesos a 76 pesos por hectárea.

Tanto la Sociedad Rural cuanto Federación Agraria, Coninagro y Carbap expresaron su férrea oposición a la iniciativa. De hecho, FAA, que conduce Eduardo Buzzi desde hace diez años, continúa analizando un plan de lucha para esta semana. Su principal objeción es que los propietarios de campos deberán pagar bienes personales y ganancia mínima presunta a nivel nacional.

La semana pasada, los legisladores del FAP propusieron que los cambios en el impuesto inmobiliario rural se asemejaran a las propuestas del gobernador Antonio Bonfatti, de la provincia de Santa Fe. La iniciativa socialista incluía un plazo de hasta cinco años para la readecuación del valor de los campos. “Hasta Macri aceptaría esa iniciativa”, había ironizado un funcionario sciolista, a modo de rechazo de la propuesta del FAP.

Como otro elemento de presión, el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, sugirió que Scioli podría realizar el revalúo fiscal sin necesidad de una nueva legislación, es decir a través de un decreto. En realidad, el gobierno de la provincia podría actualizar el valor fiscal de la tierra, pero sobre la estructura vigente del impuesto, y quedarían afuera los elementos de progresividad.

El proceso de reforma tributaria continúa abierto. Ayer, Scioli se reunió con su ministro de Asuntos Agrarios, Gustavo Arrieta, y otros integrantes de su gabinete para buscar “otras instancias que permitan superar las diferencias”.