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Las lluvias no dan tregua y se repiten cada semana. En esta ocasión dejaron a 17 municipios de la provincia de Buenos Aires bajo el agua, en estado de emergencia. Esta vez las zonas más afectadas son rurales, a diferencia de eventos anteriores donde los cascos urbanos sufrieron más. El caso emblemático en esta oportunidad son los campos de Pehuajó, que quedaron anegados en un 80 por ciento. Los ministerios bonaerenses pusieron manos a la obra para verificar quiénes son los afectados y, en caso de haber evacuados, paliar esa situación. El Ministerio de Asuntos Agrarios, encabezado por Gustavo Arrieta, realizará un censo de los productores perjudicados para elaborar un informe –que deberá estar finalizado la semana próxima– que servirá para “organizar y establecer prioridades en la instrumentación de las herramientas de apoyo” para cada municipio.

En esta ocasión, los territorios bonaerenses ubicados en el centro y el este son los más afectados. Los municipios afectados van desde Olavarría, pasando por Tandil, Saavedra, Azul, Saladillo, Coronel Pringles, hasta Necochea, entre otros. En ese lugar, la tierra “es más plana, por eso el agua no drena”, dijo el dirigente de Federación Agraria Silvio Corti.

Pero no es sólo eso lo que genera las inundaciones. La impermeabilidad de los suelos “provocada por la cantidad de lluvia caída en tan poco tiempo y, por lo tanto, con escaso tiempo también para que se evapore, es el gran problema”, sostuvo el doctor en ciencias de la Atmósfera, integrante del Conicet y miembro del Comité Ejecutivo del Panel Intergubernamental de Cambio Climático Vicente Barros.

“Estero profundo”, es la traducción del guaraní de Pehuajó. La ciudad tiene forma de olla y, por definición, tiende a llenarse de agua. Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), durante agosto cayeron en esa ciudad unos 300 milímetros y en la región hubo precipitaciones superiores a los 1200 milímetros en lo que va del año. “Es imposible el escurrimiento del agua”, lamentó el productor Miguel Folgado, dirigente de la Sociedad Rural local.

Para afrontar esa situación, el jefe de Gabinete provincial, Alberto Pérez, anunció ayer que el municipio recibirá 700 mil pesos para “obras hídricas que mejoren la calidad de vida de los vecinos”. Folgado graficó que la avanzada del agua también generó “colapso en todos los caminos”. Por ejemplo, los accesos hacia y desde Hipólito Yrigoyen y Bolívar eran difíciles de transitar. Respecto de lo que puede llegar a suceder con la siembra advirtió: “No se va a poder trabajar ni una hectárea” a fines de septiembre, que es cuando debería comenzar.

No obstante, “el panorama es positivo”, aseguró el director del SMN, Héctor Ciappesoni, dado que las nubes virarán hacia el este sobre el océano Atlántico para continuar por Uruguay. Aun así, pronosticó que “las inundaciones se van a extender” porque las zonas afectadas están con “exceso hídrico y harán que en las próximas lluvias aumente la cantidad de agua en el suelo”. A menos que durante la próxima semana no llueva y haya vientos intensos que despejen las nubes, ese será el panorama.