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La provincia de Formosa viene trabajando fuerte en la implementación de la Educación Sexual Integral. Es una de las jurisdicciones en las que se implementa la propuesta nacional de 7000 escuelas capacitadas este año, para llegar a cubrir todo el país en los próximos tres años.

En este contexto se dio un episodio que debemos analizar considerando su complejidad. Un docente encaró el tema del uso correcto del preservativo con un material que resultó chocante para algunas familias, y como consecuencia de quejas fue separado de su cargo. Dijimos en este diario que las familias deben ser participadas de las acciones que las escuelas lleven a cabo, con el objetivo de trabajar por la necesaria articulación entre dos instituciones que deben acompañar a niñas, niños y adolescentes en su proceso de sexuación: las familias y la escuela. Sin embargo, pensamos que esto no debería traducirse en que los docentes queden a merced de las posibles reacciones que se suscitan cuando están trabajando en el marco de los contenidos aprobados por la Ley 26.150 y los lineamientos curriculares. Creemos importante destacar la genuina preocupación del docente por un tema que también preocupa a este ministerio, el embarazo no deseado en la adolescencia. Acompañamos entonces la preocupación del docente por sus alumnas, más allá de la pertinencia del método utilizado.

La Educación Sexual Integral aspira a ser uno de los factores protectores que contribuyan a hacer disminuir las altas cifras que esta problemática presenta en nuestro país y que se acentúa en las provincias del norte.

Desde el ministerio nacional elaboramos láminas para las escuelas secundarias que ilustran el correcto uso del preservativo y abordan el tema del cuidado en forma integral. Creemos que es un material útil, y al mismo tiempo adecuado, en tanto la mediación que las ilustraciones suponen en comparación con la fuerza de las imágenes audiovisuales puede resultar más asimilable y generar menos resistencias.

Sin embargo, creemos que el video utilizado por el docente en Formosa no constituye un material que pueda ser tachado de pornográfico o inmoral. Y por lo tanto su utilización no constituye un delito. En todo caso, los docentes deben ser asesorados y acompañados en estos casos, para que puedan cumplir con la obligación de transmitir conocimientos actualizados, precisos y confiables, a la vez que utilicen las herramientas más adecuadas en relación con sus comunidades. Esperamos que este caso se resuelva favorablemente para contribuir a llevar tranquilidad y confianza a todos los docentes que llevan adelante el compromiso de trabajar la Educación Integral Sexual en sus aulas.

* Coordinadora del Programa de Educación Sexual Integral.