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La administración Bush no esperó demasiado para hacer sentir su presión sobre el gobierno de Néstor Kirchner. En un detallado y extenso informe sobre Argentina, Heidi Cruz, directora para América Latina y el Caribe del Tesoro de los Estados Unidos, señaló como reformas “absolutamente imperativas” la reestructuración de la deuda pública, la reformulación del sistema financiero y la necesidad de una ley de quiebras “funcional” (la versión recogida en Buenos Aires no explicita a quién). La funcionaria del equipo de John Snow –secretario del Tesoro– expuso la posición de su gobierno durante un seminario en el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales, en Washington. A los reclamos mencionados, Cruz agregó la modificación de la ley de Coparticipación Federal. Pero no todas son pálidas: aunque reconoció que “es una larga lista”, pidió que “la comunidad internacional sea paciente para darle tiempo” al gobierno de Kirchner.