La idea todavía no pasó de ser un rumor pero el radicalismo ya avisó que está en contra. El titular del Comité Nacional, Mario Barletta, y su par de la Convención, Lilia Puig de Stubrin, rechazaron ayer la posibilidad de que el predio de La Rural, cuya venta a la entidad agropecuaria fue anulada por un decreto del Poder Ejecutivo, sea denominado con el nombre del ex mandatario Raúl Alfonsín. En un comunicado, las máximas autoridades del radicalismo denunciaron un intento por “malversar la trayectoria histórico-política” de Alfonsín y le exigieron al Gobierno “la rectificación inmediata de esta intención, que está reñida con las normas más básicas de la convivencia democrático-política”.

El radicalismo ya había salido a criticar la decisión anunciada la semana pasada por el Gobierno de anular la venta del predio firmada por Carlos Menem en 1991. Los agrodiputados radicales Jorge Chemes, Juan Casañas y Lucio Aspiazu la calificaron como “una barbaridad que nos asemeja a la dictadura venezolana”. En sintonía con la defensa de los grandes propietarios rurales, ahora rechazaron un eventual reconocimiento del ex mandatario, a contramano del histórico discurso de Alfonsín frente a los abucheos de las tribunas: “No creo que sean productores agropecuarios. Son los que muertos de miedo se han quedado en silencio cuando han venido acá a hablar en representación de la dictadura. Y son también los que se han equivocado y han aplaudido a quienes han venido a destruir la producción agraria argentina”, dijo Alfonsín sobre el final de su mandato, en 1988.

Según la conducción del radicalismo, el kirchnerismo reinterpreta los dichos de Alfonsín según sus necesidades. “Cuando Alfonsín enfrentó a la propia Sociedad Rural lo hizo en el marco de un debate democrático que reconocía las diferencias de intereses y no los suprimía, no perseguía a quienes pensaban en diferente forma”, lanzaron Barletta y Puig de Stubrin.