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El multitudinario éxodo turístico durante el fin de semana pasado generó en la Costa Atlántica faltante de combustibles y largas colas de espera en algunas estaciones de servicio. Esos inconvenientes, sin embargo, fueron de menor magnitud que en años anteriores. Santa Teresita, San Bernardo, Cariló, Pinamar y Mar del Plata, entre otros, mostraron quiebres de stock temporarios, y en San Clemente del Tuyú, por ejemplo, la fila de vehículos a la espera de poder cargar nafta era de varias cuadras. Shell tuvo un problema de distribución que sobrecargó la demanda sobre YPF, firma que trabaja al límite de su capacidad y también registró demoras en la llegada de camiones de recarga.

Las estaciones de servicio más comprometidas fueron las ubicadas sobre la Ruta 11, que conecta los balnearios de la costa, junto a las de la Ruta 2 y algunas en la ciudad de Mar del Plata. La carencia de combustibles afectó a las cuatro operadoras: YPF, Shell, Oil y PDV Sur. El movimiento turístico, que motivó esos inconvenientes, fue muy alto. Sólo a La Feliz viajaron 250 mil turistas para pasar el fin de semana, en 55 mil vehículos, una suba de 9,5 por ciento interanual, según el Ministerio de Turismo. Ante la gran demanda, en la terminal de ómnibus de Retiro las empresas debieron poner 600 servicios adicionales.

“Un problema de la empresa Shell provocó el desabastecimiento, que se agudizó por la gran movilización turística. Esa situación provocó una corrida de los consumidores hacia otras empresas y estas cuestiones generan que la gente, además de satisfacer la necesidad que tenía, cargue más por las dudas”, señaló ayer Luis Malchiodi, presidente de la Federación de Entidades de Combustibles de Buenos Aires.

“En la ciudad de Buenos Aires no hubo faltantes, pero sí en la costa atlántica”, coincidió Rosario Sica, titular de la Federación de Empresarios de Combustibles (Fecra). “En Navidad el abastecimiento fue normal, pero en fechas de tan alto movimiento turístico se envía un refuerzo que no llegó en su debida medida. Shell se podría haber recuperado, pero un cambio de distribuidor complicó su logística”, amplió.

De todos modos, Shell tiene una participación del 13 por ciento en el mercado local, mientras que YPF, un 58 por ciento. “El abastecimiento de combustibles en Argentina es precario, porque ninguna compañía tiene capacidad de suplir a otra”, advirtió Malchiodi. En efecto, el crecimiento de la demanda, que recae mayormente sobre YPF, no pudo ser cubierto porque la petrolera nacional opera al límite de su capacidad y también mostró desinteligencias logísticas. Fuentes del sector admiten, de todos modos, que las quejas de consumidores por largas filas para cargar nafta o por expendedores sin combustible fueron menores a las de años anteriores. “En algunos casos las estaciones fueron abastecidas con tres camiones por día, e incluso así no alcanzó”, agregó Sica.