“No hubo ningún gobierno con tanta vocación industrial como el que lleva adelante la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, pero hay temas vinculados con la competitividad que se deben trabajar para que las cosas sean mejores”, planteó ayer el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, durante la celebración del Día de la Industria que tuvo lugar en la sede de la entidad patronal. El empresario del plástico afirmó que para lo que resta del año “hay buenas expectativas”.

Méndez destacó la buena predisposición del Gobierno y las medidas que fortalecieron a la actividad manufacturera en los últimos años, aunque advirtió que todo eso “no alcanza”. “Es necesario corregir lo que no esté funcionando bien para tener empresas competitivas que permitan que los trabajadores estén mejor, y así se lo hemos planteado a la Presidenta”, indicó. Luego aclaró que no se trata de un reclamo cambiario, sino que abarca “problemas de presión impositiva en las provincias y municipios, algunos inconvenientes logísticos, de abastecimiento energético, de transporte, temas que no son una crítica a nadie pero que están funcionando mal y hay que corregir”. En esa línea, la UIA difundió un documento la semana pasada donde analiza la evolución de los costos industriales desde 2006. Allí advierte que los precios de las materias primas, por su cotización internacional, los costos logísticos y los salarios crecieron por encima de los insumos importados y la energía.

Por el lado de los empresarios pyme, la Confederación General Económica (CGE), que dirige Ider Peretti, indicó que “festejamos el Día de la Industria porque en estos diez años se ha creado en la Argentina una política con inclusión social con eje en la política industrial”. En tanto, desde la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios marcaron que “desde 2003 se inició un proceso que ha venido revirtiendo la devastación del entramado industrial tras 25 años de predominio de las políticas neoliberales impuestas por la dictadura cívico-militar y profundizadas en los ’90 con la convertibilidad, hasta desembocar en una de las peores crisis de la historia nacional, en 2001 y 2002”.