La Justicia santafesina continúa investigando una posible evasión tributaria y complicidad en el lavado de activos por parte del titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, el ex vicepresidente de la entidad y actual diputado socialista, Omar Barchetta, y el ex gerente de la entidad Fabián Tenaglia. La causa fue iniciada por el abogado Hugo Scarzi y se centra en la supuesta venta irregular de un cupo de 50 mil toneladas de trigo por parte de empresas ligadas a la Federación Agraria. El fiscal Juan Murray ordenó una serie de medidas de prueba entre las que se encuentran el pedido a las Bolsas de cereales para que informen si existen registros de acuerdos comerciales entre la FAA y Federar SRL; también se les reclamó a los registros públicos de comercio de Santa Fe, Rosario, Venado Tuerto, Reconquista y Rafaela que remitan copia certificada de los legajos societarios de FAA, Federar SRL y Solidagro SRL, como así también las copias de los Estados Contables, Balances y Memorias de las entidades y empresas denunciadas.

El fiscal solicitó el levantamiento del secreto bancario para las cuentas de Buzzi, Barchetta y Tenaglia, entre otras, pero el juez Marcelo Martín Bailaque se negó. Según indicaron a Página/12 fuentes judiciales, la fiscalía podría solicitar esa información sensible directamente a las entidades bancarias u otros organismos de control del Estado. La investigación cuenta con la colaboración de la Procuración de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac). Todos estos hechos habían sido denunciados por este diario en su edición del 13 de enero pasado.

El vínculo entre la Federación Agraria y Federar nació entre 2006 y 2007, a partir de la firma de un convenio privado entre ambas partes. En 2011, la entidad que preside Buzzi solicitó un cupo de exportación exclusivo de 50.000 toneladas. El pedido había sido hecho por Omar Barchetta, en aquel entonces vicepresidente de la entidad. Ese cupo se comercializó con la intermediación de Federar y la empresa exportadora fue CHS. Según la denuncia penal, el tándem FAA-Federar les pagó a las cooperativas y productores entre 30 y 35 dólares menos por el trigo vendido.

Desde CHS indicaron a Página/12 que la empresa no cobró ninguna comisión por la intermediación, es decir que las ganancias de esa venta quedaron en su totalidad para FAA-Federar. La diferencia entre el precio de venta internacional y el precio abonado a los productores sería superior al millón de dólares. Otra de las pruebas solicitadas apunta hacia los movimientos de la exportadora CHS entre junio y agosto de 2011. También se le solicitó al Ministerio de Agricultura que remita las copias certificadas de los antecedentes relativos al cupo de trigo liberado en 2011 y que se explique en qué consiste el Fas teórico y cuál era el mismo para los días 20 y 21 de julio, fechas en las que se concretó la venta de las primeras 25.000 toneladas de trigo.

El análisis de los movimientos de las cuentas bancarias es fundamental para avanzar en este tipo de investigaciones judiciales y resulta habitual que se solicite el levantamiento del secreto bancario en causas penales donde se investiga el posible delito de lavado y evasión fiscal. Por eso resultó llamativo que el juez Bailaque frenara esa parte de la investigación, al menos por el momento. Según indicaron a este diario fuentes judiciales, el fiscal Murray podría apelar la decisión del juez o “recurrir a otras vías”, como por ejemplo solicitar la colaboración de la UIF.

La Federación Agraria armó un esquema de comercialización de granos primero a través de la empresa Solidagro SRL. El primer gerente fue Pablo Gustavo Pastura, que a su vez era gerente de FAA. Tras sus diferencias con Buzzi, se alejó de la empresa y la entidad. Sus reemplazantes fueron Barchetta y Tenaglia, según consta en el Boletín Oficial de Santa Fe (8 de febrero de 2005). La FAA dio de baja Solidagro en 2006, el mismo año en que firmó el acuerdo privado con Federar. Esta nueva empresa, que funciona como corredora de granos, es propiedad de Fabián Tenaglia. Tanto Solidagro como Federar tenían el mismo domicilio fiscal, que coincidía con el domicilio de FAA. Luego de la publicación de este diario, Tenaglia renunció como gerente de FAA y su empresa dejó de operar como compañía asociada.

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