La sangría de directores y delegados comenzó a ser una realidad para el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luis Miguel Etchevehere. Ayer por la mañana renunció el delegado y ex director de la SRA Michel Thibaud. “En el marco del Comité Unidad y Acción del cual formo parte, tuve oportunidad de opinar y votar en desacuerdo con su reelección como presidente para el período 2014-2016. Por tal motivo y siendo coherente entre mis acciones y mi forma de pensar es que no puedo éticamente, como delegado zonal, continuar representando a la Comisión Directiva mientras usted ocupe el cargo de presidente”, manifestó Thibaud a través de una carta, en la que también denunció la existencia de un “clima de hostigamiento” llevado adelante por el ex titular de la entidad, Hugo Luis Biolcati.

La lista de renuncias continuará con Juan Monín, director de la zona noroeste (Catamarca, La Rioja, Tucumán y Santiago del Estero), Soledad Diez de Tejada, delegada de Venado Tuerto, y Lorena del Río, delegada de San Miguel del Monte, entre otros. El año pasado, Etchevehere echó al delegado de La Pampa, Marcelo Braga. El director de esa provincia, Luis Amitrano, también renunció. El club de los ex presidentes de la SRA, integrado por Horacio Gutiérrez, Guillermo Alchouron, Eduardo A.C. de Zavalía, Enrique Croto, Luciano Miguens y Biolcati, decidió respaldar otro mandato de Etchevehere a pesar de las denuncias penales en su contra y de los cuestionamientos públicos de varios de los integrantes de la misma entidad.

Thibaud es miembro del Comité de Unidad y Acción, integrado por los seis ex presidentes y cuarenta directores más. Este es el órgano político que confecciona la lista única que luego es refrendada en elecciones. En su última reunión, el ahora ex delegado cuestionó la legitimidad de Etchevehere para ocupar la titularidad de la entidad por las distintas denuncias penales en su contra, una por defraudación y otra que lo involucra en posible reducción a la servidumbre de dos peones de la estancia La Hoyita, propiedad de la empresa del Grupo Etchevehere, Las Margaritas SA.

“Me preocupa que como socio o delegado de la SRA nos involucren a todos como explotadores de empleados o como esclavizadores”, sostuvo Thibaud en uno de los intercambios con otros directores. Este es el mismo argumento que llevó a la última reunión del Comité de Unidad y Acción.

“Se ha generado en algunos ámbitos de la entidad un clima de hostigamiento hacia quienes pensamos diferente. Creo que usted es ajeno a tal accionar, no así el señor Biolcati, quien utilizando la red social de los delegados de la entidad se ha referido a mi persona en forma agraviante y grosera. En este medio de comunicación interna existen normas de convivencia y moderadores que no le han llamado la atención. Persiste así el mencionado clima hostil”, escribió Thibaud en su carta de renuncia. El ex delegado de La Pampa Marcelo Braga también denunció un clima de hostigamiento cuando fue echado el año pasado por discrepar con la conducción de Etchevehere. Por tal motivo, también renunció el director de la zona, Luis Amitrano. El miércoles de la semana pasada, Luciano Miguens se comunicó con Juan Monín, director de la zona noroeste, quien le comunicó que el presidente de la entidad no lo quería más como director. Pero antes de ser echado, presentará su renuncia, que se concretará una vez finalizada la exposición de La Rural. Los detractores de Etchevehere apuestan a crear otro comité integrado por 50 directores y delegados que puedan torcer el unicato del actual Comité de Acción y Unidad.

Cuando fueron publicados los detalles de la denuncia de los hermanos Cornejo, Etchevehere ensayó varias respuestas hacia el interior de la entidad, que luego replicó en los medios de comunicación hegemónicos: “Que todo era una operación del Gobierno” y “que los hermanos eran montaraces que elegían vivir en libertad”. Un delegado de la entidad, que se encuentra entre los que renunciará, refutó estos argumentos: “Ninguno de sus dichos conformó. En algún momento de esos 38 años podría haber blanqueado la situación. Si estaba flojo de papeles, los hubiera arreglado antes de ser presidente”.

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