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Las acciones de empresas líderes fueron en septiembre un excelente negocio para los inversores locales debido a que sus precios arrojaron una ganancia promedio de 27,8 por ciento. Las compañías energéticas y bancos apuntalaron ese desempeño, que se mantuvo ajeno a los supuestos de default que utilizan las calificadoras de riesgo para enmarcar la inédita situación de un juez neoyorquino que traba los servicios de deuda reestructurada como medida coercitiva. “El mercado está diciendo que no hay un default, aunque sí una dolarización de la economía”, señaló el presidente de la Comisión Nacional de Valores (CNV), Alejandro Vanoli. La cotización de la divisa finalizó ayer en 8,44 pesos luego de transitar un mes de fuerte volatilidad y especulación, que le costó a las arcas del Banco Central un saldo de ventas netas en torno de los 200 millones de dólares. El stock de reservas se redujo en 706 millones de dólares hasta los 27.914 millones. En el paralelo, el billete verde se ajustó un 12 por ciento y cerró en 15,70 pesos, mientras que la variante bursátil para dolarizar la cartera finalizó entre 15 y 15,20 pesos. En títulos públicos, el Cupón PBI en dólares mejoró 33 por ciento.

El mes estuvo caracterizado por una pulseada cambiaria. Los exportadores de granos redujeron la liquidación diaria de divisas a menos de una cuarta parte del promedio habitual para esta altura del año. Osciló los 30/35 millones de dólares. Del otro lado del mostrador, los bancos incrementaron la demanda de divisas para adelantar importaciones y anticiparse a un eventual ajuste cambiario. El choque de estos dos comportamientos redujo el volumen negociado en el mercado mayorista y el Central debió intervenir con ventas para compensar el desfasaje. La divisa finalizó con un alza de 0,3 por ciento en el mayorista. No obstante, la escalada en el paralelo mantuvo en tensión a la plaza cambiaria.

El mes pasado concluyó también el plazo de adecuación para que los bancos redujeran del 30 al 20 por ciento sus tenencias de activos nominados en dólares, futuros y billetes. Según señalaron a este diario fuentes del sector bancario, en billetes físicos la adecuación implicó que volcaran unos 300 millones de dólares. Esto no impactó en el stock de reservas porque ya se encontraban contabilizadas como tal. También se utilizaron pequeños desembolsos del acuerdo de swap con China, lo que permitió amortiguar la caída de reservas en el mes. La caída de ayer respondió a ventas por 40 millones de dólares, a lo que se sumó una pérdida de 30 millones por el retroceso de la cotización internacional del oro. Cerca de un 4 por ciento de las reservas son en ese metal.

En medio de este escenario turbulento, las acciones se destacaron con una suba promedio de 27,8 por ciento y llevaron al índice que los agrupa (MerVal) a las 12.548 unidades, muy cerca de su máximo histórico de 12.599 puntos, luego del retroceso de 0,3 por ciento de ayer. En el año, el indicador acumula una mejora de 132,8 por ciento. Los principales papeles en alza fueron los papeles de Aluar, con un aumento de 68,4 por ciento. Lo acompañaron Siderar, con una suba de 46,3 por ciento, y Pampa Energía (41,5 por ciento). Los bancos representaron el segundo pelotón encabezado por BBVA Francés (39,4 por ciento), Galicia (29,2) y Macro (24,4). Estas mejoras en la Bolsa porteña se correspondieron con las que registraron en Wall Street. Los certificados ADR de los bancos subieron de un 10 a un 20 por ciento en dólares. Por su parte, las bonos que nacieron con el canje finalizaron en alza. El bono Discount en dólares acumuló en el mes una mejora del 31,3 por ciento y el PAR nominado en la misma moneda avanzó 30,9 por ciento.