Por tercera vez, aunque en cada caso la calificó de “única”, el juez Thomas Griesa habilitó al Citibank a canalizar, a favor de bonistas acreedores de la Argentina, el pago de 85 millones de dólares correspondientes a los vencimientos de intereses del 31 de diciembre. El errático magistrado neoyorquino limitó nuevamente el alcance de su bloqueo, como sucedió a fines de julio y septiembre. El Citi argumenta desde mediados de año que las órdenes de Griesa son imposibles de cumplir, algo que reconoció el propio magistrado. La reiterada decisión del magistrado representa un paso favorable para la posición del país en la disputa con los fondos buitre, pero no resuelve el fondo del conflicto. Para el tercer pedido de levantamiento del cuestionado bloqueo, el magistrado había convocado una audiencia para el 9 de diciembre que, finalmente, se postergó hasta después del 1º de enero de 2015, cuando debería resolver un criterio definitivo para los próximos vencimientos de pago a bonistas que se liquiden a través de la sucursal local del Citibank.