ECONOMíA › LLEGO UNA NUMEROSA MISION DEL FMI. NEGOCIACION PARA 50 DIAS
Diecisiete expertos y un cacique indio
Ambas partes se conforman con haber dado el primer paso, el del acercamiento. Los negociadores del Gobierno y del Fondo tuvieron ayer el primer contacto y ahora empezará el análisis de los números.
Por David Cufré
Un equipo de 14 técnicos, tres economistas de alto rango y el titular del flamante Departamento de Operaciones Especiales, el indio Anoop Singh, componen la más numerosa misión del Fondo Monetario Internacional que alguna vez haya venido a la Argentina. El Gobierno celebra el desembarco, pues marca el reinicio formal de las negociaciones con el organismo. “El acuerdo es indispensable”, definió ayer Jorge Remes Lenicov. “Y vamos a alcanzarlo”, sentenció en un encuentro con empresarios brasileños. Tras ello, dedicó el mediodía a la esperada reunión con Singh. Fue un almuerzo al que asistieron los principales negociadores de cada lado, en el que se hizo un repaso global de la situación económica. La delegación del Fondo permanecerá una semana en Buenos Aires, para recolectar todo tipo de datos y entrevistarse con representantes de distintas instituciones, como la Iglesia y la CGT.
Remes enumeró ante Singh los pasos que dio el Gobierno en dos meses de gestión, todos en línea con los requerimientos del organismo: devaluación, flotación, acuerdo con los gobernadores, aprobación del Presupuesto e implantación de retenciones. Cada una de esas medidas ayudó a cambiar la impresión inicial de Washington sobre la administración Duhalde, a la que calificaba de “populista” y le encontraba rasgos afines al chavismo venezolano. “En los primeros 15 días, este gobierno no le atendía el teléfono al FMI y Todesca (viceministro de Economía) la mandaba a callar a Anne Krueger (número dos del FMI)”, recuerda Norberto Sosa, economista de Raymond James y ex número dos de Economía durante el fugaz gobierno de Rodríguez Saá.
De aquel entonces a hoy, el Gobierno se ganó un cierto reconocimiento del FMI. Para el ministro Remes, llegar a un acuerdo es “indispensable” porque “la Argentina debe reinsertarse en el mundo”. El nuevo programa “es básico para restablecer la confianza y recuperar el crédito nacional e internacional”. Todo ello, concluyó Remes, “permitirá dar un giro hacia la recuperación económica en los próximos dos meses”. En Economía se preparan para una negociación de 40 o 50 días. En paralelo, desde la próxima semana, discutirá las nuevas tarifas con las privatizadas. Y en abril, de acuerdo a los plazos que se fijó Remes, empezará la renegociación de la deuda.
El Fondo se dio por satisfecho con los gestos que hizo hasta ahora el gobierno sólo para retomar el diálogo. Pero hasta que dé su consentimiento a un nuevo programa con Argentina habrá que esperar. Entre tanto, constatará que se cumpla el pacto con los gobernadores y que se practique la dura política fiscal expresada en el Presupuesto.
Hay otros dos puntos clave en las negociaciones. Uno de ellos es qué planes tiene el Gobierno para el sistema financiero. Mario Blejer, presidente del Banco Central, deberá dar extensas explicaciones a Singh, quien hasta el año pasado era su subalterno en el equipo de auditores del FMI para los países asiáticos. “Es preciso la recuperación del crédito, porque sin él es difícil pensar en crecimientos importantes”, reconoció ayer Todesca. El segundo punto es la renegociación de la deuda. El Fondo exige un trato igualitario para acreedores locales y del exterior.
En las negociaciones con el Fondo, Argentina cuenta con el apoyo del presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Enrique Iglesias, quien ayer anticipó que “el acuerdo con el FMI está cerca” y que ello destrabará los créditos que el BID tiene asignados para el país, cuyos desembolsos están congelados desde diciembre pasado. Todesca sostuvo que el objetivo primario es recuperar los fondos pendientes del blindaje. En total, son 9 mil millones del FMI, 2 mil millones del BID y otros 2 mil millones del Banco Mundial.
Martín Hourest, economista del CTA, y Miguel Bein, ex secretario de Programación de Machinea, coincidieron en que un acuerdo con el Fondo estabilizará dos variables clave: el tipo de cambio y la inflación. Para el primero de ellos, la reactivación seguirá siendo una quimera, dado queel esquema de expansión de las exportaciones no tiene la fuerza suficiente para traccionar al resto de la economía. “La reactivación debería venir por el rescate del mercado interno y por una redistribución del ingreso en favor de los trabajadores”, afirmó. Bein, en cambio, coincidió con Remes en que un acuerdo provocará un giro hacia la reactivación.