El gobierno bonaerense decidió dar marcha atrás con los cambios propuestos para el pago del Impuesto Inmobiliario Rural, que debía comenzar a abonarse en febrero, y dispuso que se mantenga el calendario de pagos de marzo, julio y noviembre. Luego de las múltiples críticas de las entidades agropecuarias, la administración de Daniel Scioli dejó el tributo tal cual estaba. Dicha decisión sería informada oficialmente hoy en un encuentro que mantendrán funcionarios bonaerenses con técnicos de la Mesa de Enlace bonaerense, en dependencias oficiales ubicadas en el microcentro porteño. Sin embargo, aquellos que acepten adelantar de manera voluntaria el pago de este tributo tendrán un beneficio fiscal, según dejó trascender la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA). La aplicación de modificaciones en el inmobiliario rural ha sido fuente de conflicto entre los ruralistas y el gobierno provincial.