“Hoy podemos pensar en el desarrollo del país porque hubo años de recuperación económica”, aseguró ayer el gobernador bonaerense y precandidato presidencial del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, al cerrar el seminario Los desafíos del desarrollo, organizado por el Banco Provincia. “Hay que entender de una vez por todas que el verdadero cambio no es volver a empezar”, agregó el funcionario, quien compartió panel con el titular del Banco Central, Alejandro Vanoli, la ministra de Economía provincial, Silvina Batakis, y el titular del Provincia, Gustavo Marangoni. También participó del evento el director del Centro para el Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard y ex economista jefe del BID, Ricardo Hausmann, quien se desmarcó del discurso oficial y cuestionó el modelo de sustitución de importaciones, las políticas de redistribución del ingreso y el Mercosur.

Scioli comenzó realizando una defensa de su gestión al frente de la provincia al destacar la mayor integración de los sectores productivos, el crecimiento de los parques industriales, la articulación del trabajo y la educación y el crecimiento del Banco Provincia. “Esto no lo hubiésemos podido hacer si no es en el marco de políticas nacionales que facilitaron que una provincia como la nuestra, o un banco como el Provincia, recuperen su espíritu fundacional”, remarcó. Al respecto, destacó que el Banco Provincia “no sólo mide la rentabilidad económica, sino la rentabilidad social, su compromiso con la comunidad”. Dijo también que “la inversión es la clave para darle sustentabilidad ahora al crecimiento, porque tenemos un país desendeudado, reindustrializado”.

Por último, el gobernador dijo que “las políticas del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner se ven reflejadas en la provincia de Buenos Aires, donde hemos logrado avanzar en un proceso de reindustrialización y acceso al crédito para obras de infraestructura que tienen un gran impacto social, laboral y productivo”. “Debemos seguir avanzando en esta agenda del desarrollo que tiene que ver con los corredores productivos, la logística y el transporte”, completó.

El titular del Central, por su parte, reivindicó su tarea al frente de la entidad. “En octubre nos propusimos cambiar la rentabilidad relativa entre los pesos y el rendimiento de los activos en moneda extranjera, haciendo que los bancos paguen mayores tasas de interés a los depositantes y reduciendo así las expectativas de devaluación a partir de conseguir ingresos de divisas”, explicó el funcionario. Luego dijo que esta política permitió una reducción de la brecha cambiaria desde el 85 por ciento en septiembre a la mitad. “Esto fue posible en un contexto donde nos propusimos mejorar la coordinación con distintos organismos públicos, en primer lugar el Ministerio de Economía y, por otro lado, por el incremento y el mejoramiento de la supervisión y el control del sistema financiero”, aseveró. Y agregó: “Cuando uno mira las perspectivas, hay quienes nos dicen que todo esto que hemos logrado es porque el Gobierno va a cambiar y lo cierto es que el Gobierno también iba a cambiar el año pasado, por lo que en realidad se debería reconocer, teniendo el suficiente grado de grandeza por parte de políticos, empresarios y financistas, que cuando las cosas se hacen bien, éstos son los resultados”.

Por su parte, el director del Centro para el Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard, Ricardo Hausmann, quien brindó una clase magistral, advirtió que “el crecimiento de la economía argentina requiere diversificación productiva”, y evitar a la vez el riesgo de limitar la estrategia de desarrollo al agregado de valor de las materias primas. “La incorporación de valor agregado a la producción es una idea castrante, no es errada, pero limitada y limitante”, sostuvo el economista venezolano. También tomó distancia de las políticas redistributivas (“tienden a ser de patas cortas”, aseguró) y del modelo de sustitución de importaciones (“la Argentina tiene muchísimo más para crecer exportando que sustituyendo importaciones”, dijo). El ex titular del BID se mostró en línea con el discurso del FMI al remarcar además que Argentina debería lograr “una inflación de un dígito, un tipo de cambio único y obtener grado de inversión”. “Hay que invertir más en conectar que en compensar”, sostuvo al pedir mayores desembolsos en obras de infraestructura. Respecto del Mercosur, lo calificó como “un mal chiste, una gigantesca decepción y un ejemplo de lo que no hay que hacer”.