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Por primera vez desde su privatización, un balance trimestral de YPF arrojó pérdidas. Ocurrió en el cuarto trimestre del año pasado, según el informe de la compañía que llegó ayer a la Bolsa de Comercio, el cual refleja un resultado negativo de 323 millones de pesos en ese período. De todos modos, el quebranto no alcanzó a revertir el resultado favorable del balance anual de la filial local de Repsol, que arrojó una ganancia de 819 millones de pesos.
El período octubre/diciembre del año pasado no resultó bueno para las petroleras en general, según parece. Ayer ingresó también a la Bolsa el informe de resultados de Pecom Energía SA, del grupo Pérez Companc, que da cuenta de pérdidas por 148 millones de pesos en el cuarto trimestre, contra beneficios de 102 millones a lo largo del ejercicio de 12 meses.
La información suministrada por una y otra compañía acerca de las causas del quebranto a fines de 2001 demuestran la estrecha vinculación del mismo con las condiciones económicas generales. YPF asigna el resultado negativo a “la caída de los precios internacionales (del petróleo), la adecuación a valores de mercado de los activos de Indonesia y los ajustes derivados del impacto de la recesión y las recientes medidas económicas en la actividad e inversiones de la sociedad”. En tanto, Pecom señala como causantes “los efectos de la significativa devaluación del peso sobre la posición financiera pasiva en moneda extranjera (deuda en dólares) de CIESA”, compañía de inversiones en empresas eléctricas controlada por la firma. En cambio, YPF informó que no contabilizó en los resultados al 31 de diciembre el efecto de la devaluación, que sí afectarán a los resultados del primer trimestre de 2002.