El ministro de Economía, Axel Kicillof, aseguró ayer que “el proyecto de ley de Presupuesto para 2016 no le va a fijar la política tarifaria al próximo gobierno”. El funcionario, no obstante, defendió la política de subsidios del sector público en los últimos años, para destacar su efecto positivo en la capacidad de compra de la población y en el aumento de competitividad de las empresas privadas. El ejercicio presupuestario para 2016 se presentará hoy en el Congreso.

“Nosotros vamos a presentar un presupuesto y si al gobierno que asuma, o a la nueva mayoría parlamentaria, les parece que hay que hacer otra cosa en materia de subsidios o de tarifas, será una decisión de política del próximo gobierno”, dijo el Kicillof. Agregó que “si quieren hacer tarifazos (fuertes aumentos de luz, gas, agua y transporte público), tendrán que tener la mayoría parlamentaria correspondiente. Esa decisión tiene que ver con las decisiones del pueblo argentino, no de este gobierno”.

El ministro indicó que la proyección del gasto destinado a subsidios en 2016 se mantendrá en los mismos niveles del presupuesto de este año. “El pensamiento de todo el sector conservador siempre fue que los subsidios son un desastre y hay que sacarlos. Ahora empiezan a ver las consecuencias de sacarlos, que son malísimas”, planteó.