La terminal automotriz General Motors mantendrá frenada la producción en su establecimiento productivo de Rosario del 28 de diciembre hasta el 18 de enero. La compañía argumentó que faltan materiales para continuar con las operaciones en los últimos días de diciembre. La decisión afecta a más de 2350 operarios de la planta, quiénes se encuentran en el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata). Marcelo Barros, delegado del gremio, remarcó que, a las decisiones de la empresa, se le debe sumar la medida de ajuste del Gobierno (la devaluación) para entender el impacto en el bolsillo del trabajador. “Las medidas económicas del nuevo Gobierno perjudican a los asalariados porque perdieron el 48 por ciento del sueldo”, dijo. En febrero, la compañía comenzará a poner en marcha la fabricación de la segunda generación del Chevrolet Cruze, modelo desarrollado en el proyecto de negocios Fénix, con el cual se espera exportar a Brasil y a otros mercados internacionales. General Motors se encuentra entre las 25 empresas que más exportan del país y que aumentaron fuertemente sus ganancias gracias a la devaluación.

La planta de General Motors, ubicada en General Alvear, a 15 kilómetros de Rosario, detendrá su producción por más de veinte días del verano. Las paradas técnicas en las terminales automotrices son comunes a comienzo de año, cuando se aprovecha para reparar y poner a punto las instalaciones. Pero en el caso de General Motors sorprende que el receso comienza una semana antes de cerrar 2015, con el argumento de que faltan insumos para continuar con la operatoria. La falta de materiales para la industria, según el equipo económico de Cambiemos, era una situación que no iba a ocurrir tras el lanzamiento del Sistema de Monitoreo de Importaciones (SIMI) a partir del cual se reemplazaron las Declaraciones Juradas de Importación por un sistema de licencias que “agiliza y hace eficiente” el ingreso de mercadería del exterior.

Desde la empresa se afirmó que hubo un incumplimiento en la entrega de un proveedor de insumos de Brasil que imposibilita operar normalmente en la última semana del año. “Durante los días 28, 29 y 30 de diciembre se realizará un paro de producción en el complejo automotor de Alvear debido a que un proveedor de origen brasileño ha incumplido con el abastecimiento de piezas comprometidas para esas fechas”, detalla el comunicado de la compañía automotriz.

El delegado gremial de SMATA dijo en declaraciones radiales que, además del efecto del receso por casi veinte días de la terminal de General Motors, se debe contemplar la carestía de vida generada por el plan económico ortodoxo de Mauricio Macri, en el cual se avanzó en una fortísima devaluación, llevando el dólar de 9,7 a casi 14 pesos. Barros afirmó que la devaluación generó una pérdida notable en la capacidad de compra de los más de 2350 operarios de la planta santafesina. El alza del tipo de cambio, según estimó, implicó una baja salarial de casi el 50 por ciento.

Vale recordar que quien tenía a cargo la dirección general de la filial argentina hasta principios de diciembre, Isela Costantini, fue designada por el flamante gobierno de Mauricio macri como nueva titular de Aerolíneas Argentinas. General Motors es una de las 25 empresas del país que explican la mitad de las exportaciones y que consiguió beneficios extraordinarios con la fuerte devaluación promocionada por el equipo económico de Cambiemos.