El Observatorio Económico Social de la CGT Azopardo, que lidera Hugo Moyano, estimó que la inflación en 2015 cerró en un 29,04 por ciento. En función de ese cálculo y del impacto de la devaluación en los precios de la canasta básica, el dirigente Juan Carlos Schmid adelantó que este año los gremios reclamarán en las negociaciones paritarias un aumento superior al 30 por ciento. Para Schmid, las exigencias salariales en 2016 estarán además condicionadas al alza por la negativa del Estado y de la mayoría de las empresas privadas en otorgar un bono de fin de año. El pedido también estará influenciado por el impacto inflacionario de la suba de tarifas prevista a partir del mes que viene según anticipó el ministro de Energía, Juan José Aranguren, cuya magnitud es todavía desconocida. El índice de Moyano, así como también los que emiten consultoras privadas, cobra especial relevancia en este contexto de acefalía estadística luego de que el Gobierno, a través de Jorge Todesca, titular del Indec, decidiera suspender la difusión de todos los índices oficiales. Según varias de esas mediciones alternativas, la inflación sería del 6 por ciento mensual en enero.