Ayer tuvo lugar el boicot a la compra en supermercados. Asociaciones de consumidores y dirigentes gremiales calificaron de exitosa la medida, aunque las empresas minimizaron su impacto. El llamado al boicot buscó incentivar la reacción de los consumidores ante la suba de precios, que tiene por detrás tanto a los grandes comercios como a las empresas industriales y distribuidores. La medida fue denominada “Súper Vacíos” por la entidad Consumidores Libres, cuyo representante es el ex diputado socialista Héctor Polino. Adhirieron la Defensoría de la Tercera Edad, CTA y CTA Autónoma, Federación Agraria Argentina (FAA), Cátedra de Soberanía Alimentaria, Libres del Sur y GEN.

“Los grandes remarcadores de precios marcan tendencia en la canasta básica que impacta directamente en la inflación y en esto hay dos perjudicados: los productores y el consumidor”, señaló Polino, quien afirmó que la canasta básica de alimentos aumentó 12,4 por ciento en tres meses y estima un alza del 50 por ciento para 2016.

“No hay paritaria que alcance, por lo cual nos tenemos que ocupar de que haya buenas paritarias pero además que la ganancia de esas paritarias no sea llevada por los cinco grandes supermercados, impuestos o transporte”, dijo el secretario general de CTA Capital, Eduardo López. En tanto, Agustín Pizzichini, vicepresidente segundo de la FAA, agregó que “hace tiempo que venimos denunciando la gran transferencia que hay hacia las grandes cadenas”.

“Desde el sector no lo vemos ni útil ni necesario. En el boicot realizado durante abril la facturación fue normal así como también la variación de los precios. Los consumidores están en su derecho de realizar la protesta aunque también pueden decidir dónde comprar y en los supermercados están los precios más baratos”, indicó Fernando Aguirre, vocero de la Cámara Argentina de Supermercados.

En tanto, la presidenta del Centro de Educación al Consumidor (CEC), Paloma Bokser, se quejó de que los hipermercados propusieron “grandes descuentos” el día de la medida. Consideró que las grandes cadenas ofrecieron descuentos de hasta 80 por ciento en la segunda unidad igual a la primera junto con la posibilidad de llevar cuatro productos y pagar dos, en bebidas, alimentos y productos vinculados con la limpieza y la perfumería. Polino pidió “que el gobierno nacional deje de apelar a la buena voluntad de los empresarios y haga respetar las leyes vigentes, dado que los empresarios siempre contestan con el bolsillo”.