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El dólar cerró ayer a 14,98 pesos, mismo precio que el jueves y 30 centavos por debajo de la cotización de finales de julio. La menor tasa de interés en pesos, que esta semana descendió a 29,5 por ciento para las Lebacs de corto plazo, y la finalización de la liquidación estacional del campo, que concentra las ventas en el segundo trimestre del año, son dos factores que deberían presionar al alza la cotización. Pero los operadores del mercado aseguran que los inversores, por el momento, no tienen incentivos para modificar sus carteras con instrumentos en moneda local por activos dolarizados (sean billetes o títulos públicos). Aseguran que existen tres elementos que explican la menor tensión con el precio dólar en las últimas semanas: expectativas de ingreso de divisas para los próximos meses por un buen resultado del blanqueo, apreciación de las monedas de la mayoría de los países emergentes y cierto repunte en las exportaciones de cereales y oleaginosas por ventas de stocks acumulados.

“En el mercado las expectativas de devaluación son muy moderadas para diciembre. El Rofex tiene un precio futuro para fin de año de alrededor de 16 pesos. En ese contexto la tasa de interés en pesos, por más que haya bajado, sigue siendo redituable”, mencionó a este diario Ezequiel Zambaglione, de la agencia Puente. Agregó que “la perspectiva para los próximos meses es que sigan entrando buenos flujos de divisas y mantengan el tipo de cambio en niveles similares a los actuales. El blanqueo es la principal apuesta de los inversores que están colocados en instrumentos financieros en pesos. Hubo muchas consultas sobre la exteriorización y probablemente tenga buenos resultados, pero no va a ser ya, sino con el correr de los meses. La entrada de dólares por deuda de provincias y empresas es otro elemento que asegura oferta en la plaza cambiaria”.

Las liquidaciones semanales de soja, trigo y maíz, pese que se acabó la época de mayor venta, tuvieron un repunte en los primeros días de agosto y colaboraron para bajar presiones cambiarias. Los datos de Ciara, que agrupa a las firmas agroexportadoras, registraron que en la semana del 1 al 5 de agosto se liquidaron 583 millones de dólares, un 64 por ciento más respecto de los montos vendidos en la última semana de julio. En lo que va del año, las exportaciones del agro sumaron 15.521 millones de dólares, contra los 13.933 millones del mismo período de 2015, lo que equivale a un incremento del 11,3 por ciento. Los datos del informe del intercambio comercial del Indec precisan que el aumento del primer semestre de las exportaciones de materias primas medido en cantidades (21,8 por ciento) permitió compensar la baja del precio internacional de los commodities (-10 por ciento).

El movimiento del peso en las últimas semanas, además de factores locales, estuvo asociado a la situación internacional, en la que gran parte de países regionales y otras economías emergentes anotaron apreciaciones de sus monedas contra el dólar. Zambaglione aseguró que los datos de empleo en Estados Unidos confirman la recuperación de la economía norteamericana y los inversores están dispuestos a asumir más riesgo llevando su dinero a países no desarrollados, donde los rendimientos de los activos financieros son más elevados respecto de los arrojados en el primer mundo.

“La aceleración de la entrada de capitales a las economías emergentes, con inversores que ven menos probable una nueva crisis internacional por la recuperación de Estados Unidos, explica la tendencia a la apreciación de las monedas en los países no desarrollados”, precisó. En lo que va del año, el peso chileno pasó de cotizar de 711 pesos por dólar a 651, con baja de la cotización nominal del 8,4 por ciento. En el caso de la moneda colombiana, pasó de 3221 pesos por dólar a 2893 en el mismo período, con merma de 11,3 por ciento. El real brasileño fue una de las monedas regionales con mayor apreciación nominal en 2016, al pasar de 4,1 reales por dólar a 3,2, con un descenso de 22,2 por ciento. La situación de la región, según los operadores, modera las presiones devaluatorias a nivel local.