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Desde que se hizo cargo de Molinos, en febrero de 1999, Juan Forn nunca dio conferencias de prensa. Ayer fue el debut. El primer encuentro con periodistas en cinco años. La causa debió ser importante. Según lo explicó el propio empresario, existe “riesgo” de que un proyecto de inversión por 80 millones de dólares “se convierta en rehén” de las internas políticas en la ciudad santafesina de San Lorenzo, donde deberían llevarse a cabo las obras. El objetivo es incrementar en forma notable la molienda de soja. Molinos no quiere perderse el boom económico de la Argentina. Antes de impuestos, la compañía ganó 800 millones de dólares en 2003. Con las obras en marcha embolsaría entre 60 y 70 millones adicionales.
La pretensión de Molinos es ampliar la capacidad de su planta en San Lorenzo. El Concejo Deliberante debe aprobar la venta a la empresa de siete cuadras de tierra, unos 4000 metros cuadrados, por las cuales la compañía ofreció pagar 32 dólares por metro. En total son 128 mil dólares. Ese es el eje del conflicto, junto al impacto ambiental que tendría la ampliación de la fábrica.
Sobre este último punto, Forn fue enfático: “Nuestra planta pasaría el examen ambiental en Argentina, en Suiza o en Alemania, donde rigen los parámetros más severos. No hay ningún riesgo”, dijo. El Concejo de San Lorenzo ya debatió la cuestión en dos oportunidades, pero no llegó a aprobarlo porque tampoco hay acuerdo sobre las obras públicas que podrían hacerse con aquellos 128 mil dólares. Para aprobar el proyecto se necesitan seis de los ocho votos de los concejales. En la empresa dijeron que el próximo viernes es el día clave.
Con los 80 millones de dólares de inversión, Molinos quiere ampliar la capacidad de procesamiento de la planta ubicada a orillas del río Paraná y construir un nuevo puerto sobre el río. La molienda podría llegar a 5,8 millones de toneladas al año, el 15 por ciento de la actual cosecha de soja. El puerto, a su vez, tendrá una capacidad de embarque de 9,5 millones de toneladas anuales. Las obras permitirían dar empleo a mil personas en los próximos dos años.
Durante la conferencia de prensa, Forn contó que en la actualidad, la Argentina se pierde de procesar más de 11 millones de toneladas de soja por la falta de capacidad industrial instalada. Si se cumplen los tiempos, Molinos piensa poner en marcha las nuevas obras con la cosecha de 2005.