ECONOMíA › EL CAMPO APROVECHO LA VISITA DE KIRCHNER PARA SEGUIR LLORANDO
Nadan en abundancia e igual se quejan
Por Claudio Scaletta
Feriagro 2004, la megamuestra agroempresaria que hasta este domingo se realiza en Baradero, fue ámbito de reclamos y anuncios. Aunque los empresarios del campo sólo obtuvieron respuestas ambiguas para su ambición de máxima, la reducción o eliminación de las retenciones a las exportaciones, también se llevaron buenas noticias. El presidente Néstor Kirchner anunció allí que el Gobierno trabaja para mitigar el grave problema de endeudamiento sectorial a través de la reducción “a la mitad” de la tasa de interés que actualmente les cobra el Banco Nación. Adicionalmente se anunciaron líneas de crédito del Banco Provincia para contribuir a la cosecha fina y del BICE para la compra de maquinaria agrícola.
Como ya es tradicional, las ferias y exposiciones del agro son el espacio por excelencia para los reclamos gremiales. Como cabía esperar, el centro de la escena fue nuevamente ocupado por las odiadas retenciones a las exportaciones. Ante la pregunta oportuna, los empresarios del agro aprovecharon para desempolvar la libretita negra y recordar las palabras del ministro Roberto Lavagna, quien sostuvo que “el campo siempre llora”. La afirmación ministerial fue profética. Acto seguido comenzó la letanía. Mario Raiteri, presidente de Coninagro, sintetizó la perspectiva laudatoria que los empresarios tienen de sí mismos: “Los productores –dijo– merecen respeto porque le están poniendo el hombro al país”. Frente a este concepto cabe recordar que el campo está pasando un período de ganancias extraordinarias, no sólo por el tipo de cambio favorable, sino también por los aumentos de los precios internacionales de sus principales productos de exportación, subas que ya superaron con creces el 20 por ciento retenido en las ventas primarias. Lo lógico en el contexto actual sería que las retenciones aumentaran, no que disminuyeran. Más cuando el efecto colateral de mayores retenciones es la reducción de los precios internos de los productos gravados. Además, dado que los compromisos asumidos con el FMI impiden la disminución de la recaudación, una baja en las retenciones debería ser compensada por otros tributos. Lo que no dicen en su reclamo los “hombres de campo” es cuáles deberían ser las nuevas cargas. El olvido es relevante en un país que aún conserva una estructura tributaría regresiva y el 50 por ciento de su población por debajo de la línea de pobreza.
Raiteri, titular de una entidad cooperativa, fue acompañado en sus dichos por el vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina, Hugo Biolcatti, quien recordó la propuesta de un ex presidente de la entidad empresaria, el hoy diputado nacional por el cavallismo, Guillermo Alchouron, propuesta que demanda la eliminación de las retenciones en algunas economías regionales. “Por algo hay que empezar”, concluyó Biolcatti.
En su paso por la muestra, Kirchner sostuvo que “en la medida en que el país mejore globalmente las retenciones van a ir bajando”. Sin embargo, también agregó que “no es algo que podamos resolver en lo inmediato, vamos a estudiar una solución, pero no me gusta mentir, por ahora (las retenciones) son inamovibles”, aseguró.
No obstante, para los empresarios del campo no todas fueron malas noticias. Acerca del problema del fuerte endeudamiento sectorial, el Presidente sostuvo que “estamos trabajando para bajar a la mitad el costo de las tasas de los productores endeudados con el Banco Nación para que puedan reintegrarse plenamente a la actividad productiva del país”.
Por su parte, el presidente del Bapro, Jorge Sarghini, y el gobernador Felipe Solá anunciaron la puesta en marcha de una línea de créditos destinada a la financiación de la cosecha fina, de hasta 315 pesos por hectárea. En tanto, el secretario de Industria, Alberto Dumont; el de Agricultura, Miguel Campos; el subsecretario Pyme, Federico Poli, y elpresidente del BICE, Arnaldo Bocco, anunciaron el lanzamiento de una línea de crédito especial a 5 años para la adquisición de maquinaria agrícola.