ECONOMíA › BRASIL QUIERE LA POLITICA ORTODOXA CON PACTO
“Debemos evitar la recesión”
“Estamos batiendo records históricos cada mes”, enfatizó el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en un intento por contagiar optimismo en la población y entre los actores económicos de su país, que siguen con intranquilidad los acontecimientos externos que impactan sobre su economía. Lula anunció que en los últimos doce meses las exportaciones totalizaron 80.000 millones de dólares, una cifra nunca antes alcanzada. A pesar de la buena noticia y de las palabras de aliento del presidente, Brasil no escapó ayer a las turbulencias que afectaron a los principales mercados del mundo y registró una caída bursátil del 2,6 por ciento y una depreciación del real del 1 por ciento, quedando la cotización en 3,12 reales por dólar.
Los empresarios del país vecino escucharon de boca del virtual número dos del gobierno, José Dirceu, un reconocimiento de que los problemas que se avecinan son graves. Fue el fin de semana, en un encuentro con 50 ejecutivos de las principales compañías. “Sólo un pacto nacional conseguirá evitar la recesión”, advirtió el jefe de Gabinete. El pacto debería darse, según recomendó, entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, los empresarios y los sindicatos. Ese sería el mejor camino para enfrentar la crisis internacional “que se aproxima”, indicó, en referencia al impacto que tendría el probable aumento de la tasa de interés de los Estados Unidos, por su correlato sobre la deuda.
Dirceu admitió que la actual política económica brasileña, a la que llamó “ortodoxa”, no será “suficiente” para enfrentar un agravamiento del escenario internacional. “Sólo un pacto nacional conseguirá evitar una crisis de ese tamaño”, agregó, para luego insistir en que “frente a un escenario grave, no tendríamos otro camino que ése para evitar la recesión”.
El agravamiento del frente externo dividió las opiniones de los analistas de mercado frente a la reunión de mañana del Comité de Política Monetaria del Banco Central, que debe decidir si continúa con su política de reducción de tasas de interés o la suspende hasta que se aclare el panorama. De 17 operadores consultados por la prensa, nueve estimaron que no habrá una nueva reducción y ocho estimaron que la tasa bajará otro 0,25 por ciento, descendiendo a 15,75 anual.
Desde el 14 de abril, día de la última reunión del Comité del Banco Central, hasta ayer, los indicadores financieros sufrieron un claro deterioro: el índice Bovespa de la Bolsa de San Pablo cayó 24,1 por ciento, el real se depreció más de un 7 por ciento y el riesgo país saltó de 559 a 719 puntos.
Lula hace esfuerzos por evitar que se expanda el pesimismo en un contexto donde se está cuestionando su alineamiento con las políticas ortodoxas del Fondo Monetario. Ayer se encargó personalmente de dar el último dato sobre la evolución del comercio exterior, además de volver a respaldar al equipo económico. “Nuestro país, por el esfuerzo de sus empresas, de los trabajadores y del gobierno, alcanzó un gran saldo en la balanza comercial”, destacó.