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La propuesta venezolana de conformar una megapetrolera regional (Petroamérica), una iniciativa que la administración Kirchner promueve con entusiasmo, avanza, pero sin el aval de México y Chile. Representantes de Argentina, Bolivia, Brasil y Venezuela firmaron una declaración de apoyo a la integración energética sudamericana durante la XXXV Asamblea de ministros de la Organización Latinoamericana de Energía (Olade).
La Asamblea, que fue clausurada por el presidente Hugo Chávez, se celebró en la isla venezolana de Margarita con asistencia de ministros y delegados de los 26 países de América latina y el Caribe. Además de esa declaración, Brasil y Venezuela suscribieron un amplio acuerdo de cooperación energética y minera, de inmediata entrada en vigor, válido por tres años y prorrogable por otros tres.
El secretario ejecutivo de la Olade, Diego Pérez Pallares, señaló que el punto central de la reunión fue la propuesta venezolana para alcanzar la integración energética de América latina, que no contó con el respaldo de las delegaciones de México y Chile.
“Los países latinoamericanos y del Caribe deben aprovechar de la mejor manera su potencialidad energética, para complementarse solidariamente. El integrarnos nos permitirá una mayor capacidad de negociación frente a los otros bloques económicos y regiones del mundo”, aseguró Pérez.
El comunicado oficial expresa que los gobiernos de Argentina, Bolivia, Brasil y Venezuela convinieron en “dar pasos concretos con el objetivo de materializar la iniciativa Petrosur y Enersur –idea regional de integración impulsada por Venezuela– que permitan concebirla como una iniciativa política y comercial basada en la solidaridad compartida”.
El viceministro venezolano de hidrocarburos, Luis Vierma, dijo, a su vez, que “en el mundo energético hay que entrar como un bloque para que puedan beneficiarse también los países de nuestra región que carecen de recursos energéticos”.
La Organización Latinoamericana de Energía fue creada el 2 de noviembre de 1973 mediante la suscripción del Convenio de Lima, el cual fue ratificado por 26 países de América latina y el Caribe.