ECONOMíA › ROBERTO LAVAGNA SE REUNIO CON LA CUPULA DE LA CGT
El salario, eje del debate
Roberto Lavagna recibió ayer a dirigentes de la CGT, Julio Moyano, José Luis Lingeri y Susana Rueda, concretando así el primer encuentro con los líderes de la central sindical después de que éstos iniciaran formalmente su diálogo con la Unión Industrial Argentina con miras a definir el futuro del salario. Las dos horas de reunión dejaron en claro que, sin cerrar las puertas a las reivindicaciones sindicales, el ministro de Economía está más cerca de los industriales. O, al menos, que comulga con su criterio de que los futuros aumentos estén más ligados a la suerte de los sectores que a la evolución de los precios.
Los líderes cegetistas llegaron a Economía sabiendo que la idea de trabajar sobre algún ajuste gatillo que permita preservar los salarios del deterioro que provoca la inflación no es bien recibida por Lavagna. Tanto en la UIA como en el propio Palacio de Hacienda se niegan a admitir cualquier mecanismo que automatice la evolución del salario, desvinculándolo de lo que ocurra con la evolución de la actividad del empleador.
Lavagna no se privó de tirar sobre la mesa una serie de datos macro presuntamente auspiciosos, como la disminución del desempleo o el aumento promedio que tuvieron las remuneraciones de la industria. El punto clave, sin embargo, no es lo que sucedió sino la definición de criterios que permitan prever qué sucederá en un futuro. En este sentido, los cegetistas postulan varias cuestiones básicas para definir un marco de debate.
Una es la de promover paritarias sin piso ni techo, lo que daría mayor margen a cualquier eventual recomposición. Esta idea contradice la versión de que la organización sindical habría arribado a un principio de acuerdo con los empresarios sobre la idea de encarar una discusión con esos límites.
Otro planteo sindical es el de convocar al Consejo del Salario para reabrir el debate sobre el mínimo, algo que para los industriales no es una cuestión principal y, por lo tanto, consideran ajeno a la agenda común, al menos por el momento. Los gremialistas recuerdan el compromiso asumido por la UIA el 29 de diciembre durante un almuerzo, cuando la entidad patronal asumió el compromiso de encaminar acciones para recuperar el poder adquisitivo del salario y combatir el empleo en negro. Una serie de promesas que la CGT encuadra bajo el título de “diálogo social con los empresarios”.
El último punto a incluir en el temario de debate tripartito es la facultad del Estado de seguir interviniendo en el mercado promoviendo ajustes por decreto. Se trata de una herramienta que poco seduce a los industriales, aunque el propio vicepresidente de la UIA, Héctor Méndez, la reivindica como un recurso de última instancia, al que el Gobierno puede echar mano cuando no hay otra vía para defender la integridad salarial.
Los empresarios, a semejanza del ministro de Economía, plantean que en el futuro se otorguen aumentos salariales ligados a la “competitividad” de las empresas.