EL PAíS › KIRCHNER DISOLVIO LA PAN Y CREO
OTRA FUERZA DE SEGURIDAD AEROPORTUARIA
Todos civiles para cuidar los aeropuertos
La flamante fuerza, que dependerá del Ministerio del Interior, se llama Policía de Seguridad Aeroportuaria y será conducida por Marcelo Saín, aquel funcionario que denunció la connivencia entre política y delito en la provincia de Buenos Aires.
Por Diego Schurman
Néstor Kirchner puso fin a la seguridad militar en los aeropuertos civiles. Lo hizo a través de un decreto de necesidad de urgencia por el cual la Policía Aeronáutica Nacional (PAN) dejó de depender de la Fuerza Aérea para quedar bajo la órbita del Ministerio del Interior y con el nombre de Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). El cambio de denominación y de ámbito no fue la única novedad: la flamante estructura tendrá como interventor a Marcelo Fabián Saín, quien hasta ahora se desempeñaba en un programa de seguridad del gobierno nacional. “Meté bisturí”, fue la primera indicación que el flamante funcionario recibió del Presidente.
Con los cambios, Kirchner le dio a la nueva estructura un encuadre como fuerza no militar adscripta a las leyes de Defensa Nacional y Seguridad Interior. Hasta ahora la PAN transgredía esas leyes, ya que ejercía un papel de “policía”, un rol denegado a la Fuerza Aérea.
De acuerdo con el decreto 145 firmado por el Presidente y todo su gabinete, la intervención de Saín será por un plazo de 180 días, con posibilidad de prórrogas indefinidas si así lo dispone el Ministerio del Interior. El nuevo funcionario, que ostentará el rango de subsecretario de Estado, tendrá el trabajo de “normalizar” el funcionamiento de la ahora ex PAN, una estructura desacreditada públicamente desde que se conoció el contrabando de drogas en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
Saín presidirá, además, una comisión creada ad hoc para la elaboración de una normativa que regulará el funcionamiento de la seguridad en los aeropuertos. Esa normativa, a la que también aportarán letra el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y los ministros Aníbal Fernández, de Interior, y José Pampuro, de Defensa, deberá enviarse al Congreso como proyecto de ley en un término de 60 días.
–Vos andá para adelante. Cambiá lo que tengas que cambiar. Meté bisturí –lo alentó anoche Kirchner, durante una reunión en la que participaron los dos Fernández.
Según informaron a Página/12 fuentes oficiales, se apuntará a que la nueva fuerza “profesionalizada” ponga en marchan trabajo coordinado con otras fuerzas concurrentes del aeropuerto, incluyendo a la propia concesionaria del aeropuerto, la línea aérea, la policía aduanera y Migraciones.
El decreto 145 difundido ayer mantiene la jerarquía de los 2200 agentes de la ahora ex PAN, aunque fuentes oficiales aseguraron a este diario que pondrán la lupa sobre cada uno de ellos para definir a futuro eventuales cambios. Desconfianzas aparte, el Gobierno no quería asumir apresuradamente el costo de eventuales despidos y por eso se tomará tiempo antes de disponer una medida en ese sentido.
“Hay varias cosas para decidir. Hay que ver qué hacen los oficiales que la Fuerza Aérea destinó a la PAN. Probablemente muchos no quieran seguir en la nueva fuerza y prefieran ser reubicados en su originaria estructura militar. Y también habrá otros que tengan vocación de seguir ejerciendo las mismas funciones que venían ejerciendo hasta ahora. Al margen de la voluntad de ellos, también habrá que ver qué decide el interventor, si los mantiene o no en sus cargos”, aseguró a Página/12 un alta fuente de la Casa Rosada.
La elección de Saín se decidió el lunes por la noche. El director de unidad de investigaciones financieras fue citado por Kirchner a su despacho. Allí lo esperaban Alberto Fernández y el ministro de Defensa, José Pampuro.
–Sin condicionamientos –fue lo primero que salió de boca del Presidente, sabiendo del juego de presiones que generó un tema tan controvertido como el del contrabando de drogas.
–No hay problemas –respondió de forma sobre lo que a esa altura ya era un hecho consumado.
Saín reemplazará a Jaime Garreta, el secretario de Asuntos Militares del Ministerio de Defensa, cuyo paso por la intervención del PAN fue tan efímero que el mismo día que el Boletín Oficial publicó su designación, en la Casa Rosada se decidía su reemplazo.
El flamante interventor, que no tendrá precisamente una tarea sencilla, es un hombre de fuertes vínculos con la administración kirch-
nerista. Aunque nunca se dijo públicamente, Alberto Fernández recurre a su experiencia en temas de seguridad cada vez que se presenta un tema relacionado con la materia.
Ese privilegiado rol de hombre de consulta lo tuvo plenamente activo cuando se debió rediseñar todo el esquema de seguridad de la quinta de Olivos, afectado el año pasado con la irrupción de un intruso. Saín y el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, abordaron ese controvertido tema en varios encuentros reservados.
Si bien Saín está afectado a un programa de seguridad que depende de la Jefatura de Gabinete (ver aparte), mantiene una relación estrecha con Aníbal Fernández, el encargado por excelencia de la materia a nivel nacional. En la Casa Rosada recordaban ayer que Kirchner sugirió su nombre cuando el gobernador bonaerense Felipe Solá, apremiado por la ola de secuestros, buscaba desesperadamente un nombre para la cartera a la que todos escapan en el distrito bonaerense. Finalmente Saín se convirtió en el segundo de Juan Pablo Cafiero en el Ministerio de Seguridad provincial.
El flamante interventor –que fue nombrado por otro decreto, el 147– participó anoche de la conferencia de prensa, junto a los Fernández, en la que se explicó el trazo grueso de la medida. “No es cambiar el nombre, es un profundo cambio de fondo. La nueva fuerza no tiene nada que ver con la vieja PAN. Es mucho más que un cambio sintáctico”, resaltó una y otra vez el ministro de Interior.
Saín, quien anoche se ganó el reconocimiento de la dirigente del ARI, Elisa Carrió –una de las más críticas del Gobierno– asumirá formalmente hoy al mediodía, durante un acto de jura que contará con la mayoría de los integrantes del gabinete nacional.