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Los plazos fijos ajustables por la inflación (CER) son desde ayer una opción, como mínimo, a un año. La medida tomada por el Banco Central le quita todavía más atractivo a la alternativa de inversión que se había convertido en favorita entre los ahorristas. Hace un par de meses, la autoridad monetaria ya había elevado de tres a nueve meses el mínimo de esos plazos fijos, que alcanzan a 6354 millones de pesos. Es interesante observar la manera en que Roberto Lavagna intenta enviar la misma señal hacia los distintos actores económicos. Ya dijo públicamente que no quería que los salarios se indexaran en forma automática. El mismo concepto trasladó al sistema financiero. Martín Redrado, desde el BC, aplicó la sugerencia de Economía.
A comienzos de febrero, cuando se lanzó el primer alargamiento de los plazos, Lavagna había pensado que había un efecto indeseado en el crecimiento de los depósitos ajustables: en lugar de derivarse a la inversión productiva, los ahorros fluían hacia ellos, en búsqueda de un resguardo del poder de compra y en el marco de un dólar quieto.
Con el rebrote inflacionario, el ministro no quiere correr el riesgo de que la indexación se adueñe del sistema financiero, mientras el rendimiento de los plazos fijos “libres” sigue siendo negativo. Si hay un vuelco masivo hacia los depósitos con CER, a los bancos no les quedaría otra alternativa que prestar a tasas ajustables con la inflación para evitar el “descalce”. Una opción que es rechazada por los tomadores de crédito. De hecho, la mayor parte de los préstamos se pacta a tasa fija.
Redrado coincide con la visión del ministro. Desde que asumió dijo en reiteradas oportunidades que uno de sus objetivos era elevar el plazo promedio de los depósitos, con el objetivo de que suceda lo propio con los créditos. Algunos observadores, como el economista Manuel Sánchez Gómez, de MVA Macroeconomía, señaló a Página/12 que la decisión del BCRA podría deparar una suba de los rendimientos de los plazos fijos, más aun si el Central sigue elevando la tasa de las Lebac y de los pases pasivos. “Ante una eventual mayor disponibilidad de fondos de quienes no dejen sus ahorros a un año, los bancos competirán para atraer ese dinero”, dijo.
Entre diciembre y febrero, momento en que se alargó el período mínimo, los plazos fijos con CER aumentaron de 4824 a 6101 millones de pesos. Desde entonces, la expansión se desaceleró y ahora alcanzan a 6354 millones. En Economía quieren que ese stock, en lugar de crecer, empiece a bajar.