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Martín Redrado aprovechó su segunda visita al Congreso desde que preside el Banco Central no sólo para pronosticar que la inflación se encuentra controlada, sino también para deslindar cualquier responsabilidad suya en el repunte que registraron los precios en la primera parte del año. De paso, dejó picando una definición que no pasó desapercibida para los operadores de la city: dio a entender que disminuirán sus intervenciones en el mercado cambiario.
Redrado concurrió ayer por la mañana al Senado para presentar el Informe de Inflación correspondiente al segundo trimestre del año. Ese trabajo contiene el análisis de la coyuntura económica y financiera y realiza previsiones sobre lo que vendrá. Frente a los legisladores de las comisiones de Economía e Inversión y Presupuesto y Hacienda, Redrado soltó una frase que llamó la atención de los presentes. Fue cuando dijo que “se terminó la etapa fácil”, cuando se podía hacer coexistir un tipo de cambio alto con tasas de interés negativas y una baja inflación. Según el jefe del BCRA, “con el ingreso de la economía a la etapa de normalidad”, cada institución se ocupará de lo que considere “primordial”, y ahora el Central se focalizará en “preservar el valor de la moneda (inflación) y en las tasas de interés”.
Dicho de otro modo, Roberto Lavagna, a través del Banco Nación y con los fondos del superávit fiscal, será el principal encargado de sostener el dólar en los niveles actuales. “El BCRA seguirá con su política activa para reducir el estímulo monetario y contribuir a una convergencia de la inflación a los objetivos pautados”, suscribió, en esa misma línea, Redrado en el Informe de Inflación.
En las últimas semanas, el Central redujo sus compras de divisas en el mercado –el promedio del último mes resultó de 17,5 millones de dólares–, pero lo cierto es que cuando la cotización amagó con caer por debajo de 2,90, la mesa de operaciones de la autoridad monetaria incrementó sus compras para evitarlo. No obstante, Redrado también dejó ayer en claro que se valdrá de todos los instrumentos financieros disponibles para absorber esa mayor emisión aun cuando, reconoció, esa actitud conllevó un alza de las tasas de interés. El titular del Central reveló que la esterilización de pesos a través de títulos de deuda (Lebac) le cuesta 750 millones de pesos anuales, aunque este costo se cubre con lo que pagan los bancos por los redescuentos tomados durante la crisis.
Sobre la inflación de este mes, el banquero central aseguró que el Gobierno “les dio un golpe fuerte a las expectativas” inflacionarias y que eso se iba a notar ya desde este mes. Redrado insistió que el tope estará en el 8 por ciento ya anunciado a fines del año pasado. Eso sí, aseguró que las subas de precios detectadas entre enero y marzo estuvieron ajenas a la política monetaria, por lo que trasladó la responsabilidad a Economía.
No sólo de inflación disertó Redrado:
- Marcha de la economía. El PIB crecerá 6,5 por ciento este año. Pero ese ritmo de expansión se irá desacelerando: del 8,6 al 5 por ciento anual entre el primer trimestre y el último.
- Salarios. Se mostró a favor de que los aumentos se correspondan con mejoras en la productividad. “Sería perjudicial generar aumentos generalizados de salarios. Empujarían una carrera de precios y salarios.” Hace tres meses, Redrado se mostraba despreocupado sobre el tema. En el anterior Informe de Inflación escribió que “no se prevé una aceleración importante en la dinámica de los salarios durante 2005”.