ECONOMíA
Marcha otro Bonex, y van...
El ministro de Economía, Roberto Lavagna, ofreció ayer una conferencia de prensa con la intención de calmar a los ahorristas a partir de hoy, cuando vuelvan a la carrera para retirar dinero de los bancos. En compañía de Aldo Pignanelli, vicepresidente del Banco Central, banqueros privados y legisladores, Lavagna intentó, además, aventar las sospechas de que este fin de semana se consumó su primera gran derrota desde que llegó al ministerio: la caída del proyecto de un Plan Bonex que cuente con alguna garantía de los bancos. La alternativa que evalúa ahora Economía es volver al viejo Bonex de Remes, pero otorgándoles a los títulos una mayor liquidez, al permitir cancelar con ellos no sólo créditos e impuestos sino también efectuar operaciones con bienes registrables, como inmuebles y autos. “Trataremos de darles a los dueños del dinero la máxima flexibilidad posible. Es la base del trabajo que hemos estado llevando a cabo y que nos llevará algunos días más”, afirmó.
“Todos los que estamos en esta mesa tenemos en claro que estamos trabajando en torno de la plata que es de la gente, no es del Estado ni de los bancos”, empezó diciendo el ministro, flanqueado por Manuel Sacerdote, titular del Boston y de ABA, la asociación que reúne a los bancos extranjeros; y por Carlos Heller, directivo del Credicoop y de Abapra, la entidad que aglutina a los bancos nacionales, públicos y privados. “El Estado está intentando defender al ciudadano y los bancos a sus clientes”, agregó.
Luego apeló a la didáctica explicación que alguna vez, apenas asumido, ensayó el ex ministro Jorge Remes Lenicov, para justificar el porqué los bancos no tienen el dinero suficiente para devolver a los ahorristas. “Dentro de las condiciones especiales en que nos venimos moviendo desde diciembre, los bancos colocan los créditos a mediano y largo plazo, mientras que los depósitos son a muy corto plazo. Si todos intentan salir simultáneamente se produce el trágico efecto Puerta 12”, afirmó.
“Dentro de esa anormalidad el sistema financiero está trabajando sólidamente”, dijo después, intentando disipar los fantasmas que la semana pasada se apoderaron de los clientes de los bancos. Y aseguró que “la mejor prueba de ellos es que en las últimas dos semanas, el Banco Central no ha dado redescuentos, no ha dado créditos a los bancos, que han trabajo con su propia liquidez”. Sin embargo, según pudo saber este diario, el Central siguió también en los últimos días tendiendo su mano generosa a los bancos en problemas (ver nota central).
Lavagna, al igual que la cúpula del Banco Central, está convencido de que existe una usina de rumores tendiente a desestabilizar al sistema financiero. Pero ayer no dio ningún indicio de los responsables de la conspiración. “Hay que despejar operaciones como las que hubo el día jueves y viernes, de origen desconocido, escenas de nerviosismo y de pánico en los cajeros automáticos”, sostuvo. E insistió con que “esta situación no tiene nada que ver con la situación real del sistema, que está trabajando sólidamente sin el apoyo del Banco Central”.