ECONOMíA
› DIFERENCIAS ENTRE EL BANCO CENTRAL Y ECONOMIA POR EL CORRALITO
Pelean por elegir el plan menos malo
Mario Blejer le presentará a Roberto Lavagna un informe criticando la idea de Economía, ya traducida en un decreto, para el corralito, que permitiría la utilización parcial de los plazos fijos para comprar bienes. “Ese camino termina en hiperinflación”, dicen en el Banco Central.
› Por Claudio Zlotnik
El Banco Central le advirtió a Roberto Lavagna que la flexibilización del corralito que está pensando Economía desembocará en una hiperinflación. Técnicos de la autoridad monetaria preparan un documento para que Mario Blejer se lo entregue a Roberto Lavagna en las próximas horas, pero en contactos personales el ministro y su equipo ya conocieron la desaprobación del Central. Lo mismo opinan los banqueros y el Fondo Monetario (ver aparte). El organismo prefiere que todos los depósitos se reprogramen a largo plazo. Si bien aún no hay una definición, en el Palacio de Hacienda ya diseñaron un borrador de decreto en el cual se permite usar sólo parcialmente los ahorros para la adquisición de bienes registrables.
A diferencia del esquema que rigió con Jorge Remes Lenicov, Economía ahora permitiría que sólo una parte del depósito reprogramado pueda utilizarse para la adquisición de bienes. Según el borrador que anoche manejaba Lavagna, el ahorrista que compre un activo deberá asignar esa misma proporción a la suscripción de un bono a 10 años de plazo. Es decir: si alguien posee un depósito reprogramado por 50 mil pesos y destina 20 mil a la compra de un auto cero kilómetro, se verá obligado a adquirir un título público por igual monto. El sobrante quedaría reprogramado bajo las condiciones actuales. El título a 10 años sería comprado por los bancos con redescuentos del Central y a su vez las entidades entregarían al BC préstamos garantizados.
Lavagna también piensa ponerle límites a los bienes que se puedan comprar. En el borrador figuran: viviendas a estrenar, vehículos cero kilómetro, propiedades del Estado, acciones empresarias y Obligaciones Negociables (títulos de deuda privados).
Para las cuentas a la vista volvería el proyecto de emitir un bono opcional en dólares. El atractivo sería la posibilidad de comprar ese título a 1,40 peso por dólar. El objetivo de Economía radica en ofrecer un vasto menú de opciones a los ahorristas, según comentó Jorge Sarghini, secretario de Hacienda, sin dar detalles sobre los eventuales ofrecimientos.
Desde el Central ya marcaron los límites para levantar el corralito. Sin vueltas, el informe que recibirá Lavagna de parte de Blejer asegura que si no se “securitizan” los depósitos reprogramados habrá hiperinflación. “Hay que pisar los ahorros al menos por dos años. Los plazos fijos no pueden seguir pasando a las cuentas a la vista”, dijo a Página/12 una alta fuente del Central.
Entre las variantes que Blejer le propondrá al ministro de Economía figuran: imponer un Plan Bonex; elaborar un Plan de Fideicomisos entre bancos, incluso con la posibilidad de que este instrumento cuente con alguna garantía del FMI o del Banco Mundial; y la posibilidad de un programa con fuertes descuentos para pagar impuestos o créditos bancarios. “El costo de una debacle financiera supera con creces el costo fiscal de un Plan Bonos a 10 años”, argumentó el estrecho colaborador de Blejer.
En el directorio del Central sostienen que a Lavagna le queda poco tiempo para presentar el nuevo proyecto para levantar el corralito. “El clima de histeria se puede exacerbar. Hay muchos operadores de mercado pendientes de cómo se resuelve la situación. Si se elige el camino incorrecto, en poco tiempo empeoraría el escenario: subirá el dólar y habrá un fuerte brote inflacionario que terminará licuando los ahorros”, advirtió la fuente en diálogo con Página/12. De acuerdo a los funcionarios del BC, Economía debe pagar el costo político de “pisar” los depósitos reprogramados. Para el funcionario, los números son contundentes: de los 55 mil millones de pesos en depósitos reprogramados existentes en febrero sólo quedan 33 mil millones. En el medio, el dólar superó los 3 pesos. “No hay manera de esterilizar este resto en caso de que se flexibilice el corralito”, aseguró. Anne Krueger, del FMI, apareció ayer con una postura más dramática. Directamente pidió que no sólo se congelen los depósitos a plazo fijo sino también los que están en cajas de ahorro. Desde el Central ya le explicaron que esa postura era “políticamente inviable”. En referencia a la posible híper que depararía el levantamiento del corralito, Krueger apuntó que “todos perderán” si el Gobierno opta por ese camino.
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