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El crecimiento de la industria continúa, pero a un ritmo cada vez menor. La producción industrial en julio fue 6,7 por ciento mayor a la de igual mes del año pasado, pero creció apenas 0,1 por ciento con relación a junio último. Así, según los datos del estimador mensual industrial (EMI) difundido por el Indec, en los primeros siete meses del año la actividad industrial acumula una suba del 7,1 por ciento. El sector automotor lidera la expansión de las empresas manufactureras, mientras que la principal caída se verificó en la producción de cigarrillos. En julio, el 91 por ciento de las empresas relevadas por el Indec no contrató más personal.
Durante el mes pasado la industria automotriz fue el motor de la actividad industrial, al reportar un avance del 33 por ciento en comparación con igual mes de 2004, y acumular una suba del 29,8 por ciento en lo que va del año.
Ningún otro sector presenta índices de crecimiento ni siquiera cercanos a los de las terminales automotrices, incluso entre aquellos en los que la reactivación sigue viento en popa. Por caso, la fabricación de materiales para la construcción (cemento, vidrio, etc.) aumentó 16,5 por ciento; la de textiles, 8,9 por ciento; la de papel y cartón, 8,8 por ciento; la de productos de metalmecánica, 9,3 por ciento; la de productos editoriales, 6,8 por ciento; y la siderúrgica, 5 por ciento. También continúa la expansión de las agroindustrias: la elaboración de pollos creció 11,2 por ciento respecto del año pasado, la de aceites, 16,6 por ciento; la de yerba mate, 9,2 por ciento; y la de lácteos, 2,8 por ciento.
En cambio, hay una serie de sectores que parecen haber encontrado ya un límite en su expansión y este año funcionan con niveles de actividad inferiores a los del pasado. Entre ellos se destacan cigarrillos (que acumula una caída del 8 por ciento en lo que va del año), petróleo (-2,2 por ciento) y aluminio (-1,1 por ciento).
Los datos del Indec muestran, además, que las fábricas trabajaron en julio al 72,1 por ciento de su capacidad instalada, variable que alcanzó un pico desde la salida de la convertibilidad. Rebobinando la película, mientras que en 2002 la actividad manufacturera operaba a la mitad de su capacidad, en 2003 saltó a poco más del 65 por ciento, y desde marzo de 2004 se mantenía en un promedio del 70 al 71 por ciento.
El indicador de utilización de capacidad instalada es importante, porque revela, según los analistas, que en muchos sectores se estaría tocando un techo de actividad, que sólo podría elevarse con nuevas inversiones. Esta sería la situación de las industrias metálicas básicas, que funcionan hoy al 95 por ciento de su capacidad instalada; al igual que la refinación de petróleo (85 por ciento) o las fábricas papeleras (82 por ciento). También operaban por encima del promedio general de la industria sectores tales como textiles (82 por ciento), sustancias y productos químicos (78 por ciento), productos alimenticios y bebidas (77 por ciento) y edición e impresiones (72 por ciento).
De la encuesta cualitativa que relevó en julio el Indec entre empresarios surgen algunas conclusiones interesantes:
- El 91,3 por ciento de las empresas no contrató nuevos trabajadores, el 6,5 incrementó su dotación de personal y el 4,5 la redujo.
- El 87,8 por ciento no prevé elevar las horas extras en los próximos meses. Sólo un 6,8 por ciento adelanta una suba y el 5,4 por ciento un recorte.
- El 65 por ciento anticipaba para agosto un “ritmo estable en la demanda interna”. El 26,1 por ciento preveía un aumento y el 8,7 por ciento un ajuste.
- En cuanto a las exportaciones, el 63,7 por ciento consideraba que en agosto se mantendrían estables, el 31,8 por ciento auguraba un incremento y el 4,5 por ciento pronosticaba una caída.
- El 88,4 por ciento no esperaba cambio en las exportaciones al Mercosur; el 9,3 por ciento anticipaba un aumento respecto de julio y sólo un 2,3 por ciento opinaba que bajarían.