“Una desgracia para el país”, definió el presidente del Senasa, Jorge Amaya. “No me explico qué paso”, admitió José Antonio Romero Brisco, hijo del ex gobernador correntino y senador nacional, José Antonio Romero Feris, dueño del campo y de la hacienda afectada. La reaparición de la fiebre aftosa en la Argentina provocó conmoción tanto en el Gobierno como en el sector privado. Los mismos que hasta hace algunos días mantenían una dura pulseada por el precio de la carne ayer se enfrentaban a un escenario inesperado, dominado por la incertidumbre. Chile, uno de los principales destinos de la carne argentina, ya anunció la suspensión de las compras. Uruguay y Brasil imitaron esa actitud. Rusia, al tope de las importaciones de cortes frescos y congelados, podría sumarse en las próximas horas. En el Gobierno sospechan que hubo contrabando de animales enfermos.

La aparición de un foco de fiebre aftosa en un campo de la provincia de Corrientes, a 25 kilómetros de la frontera con Paraguay, amenaza con cambiar dramáticamente las perspectivas del sector cárnico. Hace nada más que seis días, la decisión de los exportadores de limitar sus ventas fue una medida de última instancia para intentar enfriar las expectativas inflacionarias. Anoche, desde el Gobierno evaluaban que, desde ayer al mediodía, cuando se confirmó la reaparición del virus, el tema del precio de la carne había dejado de ser un problema. Ahora hay otro. Funcionarios y empresarios admiten que la carne podría bajar en el corto plazo. Hoy no habrá termómetro en Liniers, porque el mercado suspende sus operaciones los días jueves.

Las exportaciones de carne, por 1300 millones de dólares durante 2005, se convirtieron en el record de los últimos 36 años. Se habían reabierto mercados que habían quedado vedados desde la crisis anterior, en el año 2000, y se estaba negociando la entrada a otros destinos top, aquellos que compran cortes de calidad a precios elevados, como Estados Unidos y Canadá. En 24 horas, esa realidad quedó en coma profundo.

Anoche, empresarios y funcionarios se hacían varias preguntas.

- ¿Cómo entró la aftosa? Hasta ahora, la Argentina tenía el status de libre de la enfermedad con vacunación. Se sospecha de un contrabando de animales. En el último mes se habían detectado dos: uno por mil cabezas en el Chaco y otro por tres mil en Formosa. El negocio estaría planteado en que las cabezas contrabandeadas desde Paraguay se pagan 60 centavos menos por kilo vivo, entre 20 y 25 por ciento menos que lo que se consigue en Liniers. Las miradas están dirigidas a un reconocido consignatario, que posee campos en la zona norte del país y al que se lo vinculó con la propagación del brote anterior.

Otra pregunta es cómo entró la aftosa al rodeo del hijo de Romero Feris, siendo que en su campo sólo se cría ganado. “No descartamos que haya ingresado hacienda enferma”, dijo un funcionario a este diario. El empresario, en declaraciones radiales, dejó entrever la responsabilidad del Senasa, que es el organismo que debe garantizar las vacunaciones.

- ¿Qué hará Rusia? Fue el principal comprador de carnes frescas y congeladas, el principal rubro exportador. Hasta noviembre importó por 325 millones de dólares. Desde Economía se diseñará una estrategia para tratar de impedir el cierre de ese mercado. Chile, el segundo en el ranking, con 119 millones, suspendió sus compras de carne argentina hasta nuevo aviso.

- ¿Y Europa, con la cuota Hilton? Hasta anoche, la actitud del bloque era una incógnita. Entre enero y noviembre, la UE había comprado carne de calidad por 191 millones de dólares. En el brote anterior, Europa suspendió sus adquisiciones.

- ¿Cuánto tiempo puede extenderse la crisis? Había disidencias entre los privados y el Gobierno. Mientras los ganaderos e industriales estimaban que demandaría al menos un semestre volver al cauce anterior, en el Palacio de Hacienda se mostraban más optimistas: entre dos a tres meses.

- ¿Cómo reapareció la aftosa? Llama la atención que el campo afectado sea de los de mayor calidad, tenía todas las vacunaciones en regla y los 70 casos individualizados fueron inmediatamente denunciados ante el Senasa luego de que el veterinario del lugar sospechó la existencia del virus. Lo más probable es que el Senasa obligue a sacrificar a las 3060 cabezas del rodeo para evitar una eventual propagación del mal.

- ¿Cuál será la estrategia oficial? A diferencia de la crisis anterior, durante la administración De la Rúa, ahora se divulgó la reaparición de la enfermedad enseguida. Se transparentó la situación para evitar una mayor desconfianza de los mercados externos y, a partir de allí, males mayores.

- La otra pata de la estrategia será intentar una regionalización del conflicto. Es decir, que los países suspendan sus compras de carnes provenientes de campos del norte del país, pero lo sigan haciendo desde otras regiones, como Santa Fe, Buenos Aires y La Pampa.