Escenario de las últimas peleas, esta vez el Palacio de Hacienda reunirá a ruralistas y funcionarios del Gobierno para lanzar el Plan Ganadero, uno de los reclamos históricos del sector privado. El anuncio de esta tarde estará a cargo de Felisa Miceli, señal de que el Ejecutivo sigue considerando la carne como uno de los rubros clave para domar la inflación. La batería de medidas incluye el relanzamiento de líneas de crédito para el campo, la informatización del Senasa y modificaciones a la comercialización de las reses. El objetivo es incrementar la producción ganadera. Además, el Gobierno enviará un gesto a los ganaderos: dejará salir hacia Europa los contenedores repletos de carne que habían quedado varados en la Aduana por la suspensión total de las exportaciones.

El lanzamiento del Plan Ganadero es el segundo capítulo del acuerdo con el sector cárnico. El primero, ya en marcha, tuvo como eje los precios de referencia para las distintas categorías de carnes. Al respecto, en Economía admiten que las rebajas acordadas todavía no llegaron a la mayor parte de los comercios. E incluso culpan a las cadenas de supermercados por las faltas. En el caso de la chilena Jumbo, por ejemplo, durante el fin de semana se detectó que despachó el kilo de asado a 9 pesos el kilo, un peso y medio más caro que el valor de referencia. Los funcionarios también están detrás de otras cadenas que, por lo visto, en algunas sucursales de la Capital, están vendiendo carne de novillo por otros cortes de mayor calidad, como vaquillona o ternera, a los precios de estos últimos, que son más caros que la primera categoría.

En vista de estos incumplimientos, en Economía todavía analizaban si les daban luz verde a los 330 contenedores bloqueados en la Aduana o si dejaban salir una parte del total. Por lo pronto, examinaban la situación de 110 que, aparentemente, no reunían todas las condiciones para despacharse. Lo cierto es que a partir de esta mañana los contenedores empezarán a embarcarse. Tanto las fuentes oficiales como las privadas coinciden en que la puesta en marcha del Plan Ganadero servirá para cambiar el panorama del negocio de la carne. Un sector que quedó estrangulado ante la fuerte demanda interna, en medio del fuerte crecimiento económico y la aparición de nuevos mercados del exterior. Todo en un contexto de alta especulación de los distintos miembros de la cadena para apropiarse de una mayor parte de la renta.

Las principales medidas del Plan Ganadero son las siguientes:

- Relanzamiento de las líneas de crédito por 300 millones de pesos del Banco Nación. Serán a una tasa de interés baja, del 6,8 por ciento anual, y se destinarán a productores que quieran construir o ampliar sus instalaciones, adquirir maquinarias, y mejorar o agrandar los rodeos y las pasturas. Son préstamos hasta seis años de plazo.

- Informatización del Senasa. El objetivo es colocar una “caravana” en las orejas de cada ternero para identificarlo. Es una especie de cédula de identidad. Se prevé que en un lapso de cuatro a cinco años, el Senasa contará con la información completa sobre el stock ganadero. No sólo la cantidad sino también la localización de cada animal. En la actualidad, la utilización de la “caravana” es voluntaria. La cuestión es clave: mientras, en forma extraoficial, el Gobierno menciona la existencia de un stock ganadero de entre 55 y 59 millones de cabezas, los productores tienen declarados ante la AFIP no más de 27 millones.

- Cambios en la comercialización. En lugar de media res, las carnicerías recibirán un cuarto de res. Se supone que esta práctica permitirá que cada comercio adquiera la parte de la vaca que más venda, con lo que hará más eficiente el negocio y podrá cumplir con las rebajas de precios. Sin embargo, en algunos sectores industriales creen todo lo contrario: que la eventual mayor demanda de una de las partes presionará sobre los precios.

- Habrá distintos estímulos a la cadena industrializadora y a los productores. Desde líneas de créditos especiales hasta la estimulación para que los ganaderos, por ejemplo, revisen a sus toros. Por cada toro enfermo se pierden 30 terneros y, encima, hay escasez de toros.

- Si bien no forma parte del plan, desde el Gobierno se sugirió que los supermercados más activos en Liniers, Coto y Disco, dejaran de comprar en ese mercado. Ahora esas cadenas se nutren en el “mercado directo”, por lo que se descomprimió la situación en Liniers, cuyos valores son referencia para el resto.