ECONOMíA › EL DOCUMENTO DE LOS NOTABLES CON LECTURA DISPAR DE LAVAGNA Y EL FMI
Puede ser una caricia o una amenaza
Las recomendaciones de los expertos designados por el FMI fueron presentadas por el ministro como la puerta de entrada a un acuerdo. Pero Koehler las interpretó como las condiciones a cumplir antes de negociar.
Por David Cufré
Por David Cufré
@En la tarde de ayer, en forma simultánea, el Gobierno y el FMI dieron a conocer el dictamen de la comisión de “notables” con sus recomendaciones para la economía argentina. Roberto Lavagna interpretó el informe como un gesto de respaldo a algunas de sus definiciones más trascendentes, como el rechazo a la dolarización, a la apertura inmediata del corralito y a la entrega compulsiva de bonos a quienes tienen sus depósitos reprogramados. En conclusión, las negociaciones quedarían encaminadas para cerrar un rápido acuerdo con el organismo, a más tardar a principios de setiembre. Horst Koehler, director gerente del Fondo, hizo una lectura muy distinta. Sostuvo que “tenemos previsto seguir nuestro diálogo y avanzar hacia un programa”, pero aclaró que eso ocurrirá “tan pronto como las autoridades argentinas estén en posición de asegurar la aplicación de las políticas” sugeridas por los notables. El punto es que los notables plantearon cuatro duras exigencias, una de ellas –terminar con los amparos– de resolución imposible para el Poder Ejecutivo.
La intervención de los cuatro ex presidentes de bancos centrales se decidió para ganar tiempo en una negociación que se acercaba al fracaso. También para que las autoridades del Fondo tuvieran mayor respaldo político, en momentos en que se cuestionaba su política hacia Argentina por haber permitido que su crisis se extendiera a la región. Ahora, volvió el tiempo de las definiciones.
Ayer hubo una pelea entre el Gobierno y el FMI por instalar cuál fue el consejo de los expertos. Cada parte resaltó los párrafos que mejor cuadran con sus intereses. El problema es que la última palabra la tiene Washington, y Koehler fue contundente al afirmar que el acuerdo recién se firmará cuando el Gobierno haya cumplido con las recomendaciones de los notables.
La opinión mayoritaria de financistas de Wall Street y de banqueros locales que recogió Página/12 es que finalmente habrá un acuerdo, basado en la renegociación de los vencimientos con los organismos de crédito. Pero esta suposición de quienes suelen estar en contacto con los funcionarios del FMI surge más de su propia evaluación de los hechos que de los gestos que está entregando el organismo. En Economía también aseguran que el acuerdo estará firmado antes de setiembre, cuando deberían afrontarse fuertes vencimientos por 2000 millones de dólares.
El documento de los notables es categórico en cuatro puntos, expresados en tono académico, pero que Koehler transformó en exigencias al decir que deben cumplirse como condición para aspirar a un acuerdo.
- Amparos
“La comisión quiere poner énfasis en que una solución temprana y durable al problema de los amparos es esencial”, remarcan, antes de advertir que “su continuidad no es compatible con un control monetario adecuado”.
Koehler se tomó de este párrafo para señalar que el férreo control a la emisión que también recomiendan los notables es incumplible “sin una pronta resolución al problema de los amparos”. En conclusión, hasta que este tema no esté terminado, no habría acuerdo. Lavagna reorientó la presión hacia la Corte Suprema, al afirmar que el Poder Ejecutivo ya hizo todo lo posible para terminar con el drenaje del corralito y que lograrlo ahora depende de la Justicia. La única forma en que el Gobierno podría resolver el tema sería con un Plan Bonos compulsivo, pero el ministro aseguró que “esa opción ya está cerrada y descartada” y que los notables tampoco la propician porque “es contraria al objetivo de regenerar la confianza en el sistema financiero”.
- Reservas
“No creemos que sea apropiado o factible vender reservas en las actuales circunstancias, dado su bajo nivel y la magnitud de los servicios de la deuda que debe afrontar Argentina”, enfatizan los expertos que envió el FMI. “Un nivel creciente, no decreciente, de reservas seríamás conducente para restablecer la confianza”, agregan, aclarando que se podría lograr con el superávit comercial. En Economía dijeron que habrá un balance quincenal de las reservas, que el Banco Central deberá mantener estables. A fines de setiembre terminará la etapa de mayor liquidación de divisas por parte de los exportadores. Allí podría haber un salto del dólar si el Central deja de abastecer a la demanda.
- Tarifas
“Es imprescindible un respeto por la ley vigente y por la letra de los contratos”, señalaron, en un claro mensaje para un reajuste de tarifas de los servicios públicos. Al mismo tiempo, dijeron que en el corto plazo se verá un aumento de la inflación. “La inflación inducida por el tipo de cambio todavía tiene mucho por recorrer.” Esto ocurrirá, entre otras cosas, si suben las tarifas.
- Superávit
fiscal. “Argentina no tiene necesidad de pedir prestado para financiar un déficit fiscal. Pero es así porque suspendió el pago de la deuda. En los próximos años necesitará apuntalar un resultado fiscal que sea sustancialmente mejor que cubrir los gastos antes del pago de los servicios de la deuda”, advirtieron.
Lavagna eligió subrayar la fuerte declaración en contra de la dolarización y de una apertura del corralito en el corto plazo, que desembocaría en una hiperinflación. Eso también es clave en el documento, pero el ministro tendrá que convencer a Koehler para que sepa valorarlo.