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Con el correr de las horas, crecen las dudas sobre la posibilidad de que se investigue verdaderamente la cuestión de las cuentas de Carlos Menem y Ramón Hernández en Suiza. En fuentes de la fiscalía estaban ayer molestos por la demora del juez Norberto Oyarbide en ordenar medidas de investigación y, además, existe la impresión de que el magistrado resignaría su competencia en manos de un juez, Julio Speroni, quien ya demostró su lentitud y encima manifiesta que no hay razones para que él investigue el enriquecimiento de Menem si no está relacionado con el caso Armas.
El fiscal al que le toca el caso, Carlos Stornelli, está de licencia por la feria judicial, pero mientras tanto en el entorno de los fiscales que lo reemplazan hay malestar porque Oyarbide está tardando demasiado en poner en marcha la investigación. “Todavía no se le mandó un oficio a la Secretaría de Derechos Humanos y al Ministerio de Justicia para que certifiquen si Carlos Menem cobró o no cobró la famosa indemnización de la que habla. Además, es imprescindible saber si, en caso de que haya recibido dinero, cuánto fue lo que le pagaron”, se quejó anoche un fiscal.
En verdad, Oyarbide libró oficios al juzgado de Julio Speroni, que tiene la causa Armas y la denuncia por enriquecimiento ilícito que investigó originalmente Jorge Urso, y también al de Juan José Galeano, del caso AMIA, para preguntarles cuál es exactamente el carácter de sus investigaciones y a raíz de qué se pidieron a Suiza los datos sobre las dos cuentas que, según la justicia helvética, Menem tiene en el país alpino. “Si hay conexidad, la causa no quedará en mis manos sino en las del juez que actuó en primer lugar”, señaló ayer Oyarbide al programa El Exprimidor. Galeano dirá que está buscando el dinero que menciona el iraní arrepentido y Speroni mencionará la ruta de las coimas en el caso armas.
Desde hace unos días, en los tribunales de Comodoro Py corre un fuerte rumor de que finalmente el magistrado se excusará y que el reconocimiento de Menem y su cuenta en Suiza será tratado por el juzgado de Speroni, un magistrado que ya manifestó que no va a investigar el enriquecimiento ilícito. Para alegría de Menem, el caso podría entrar en una especie de mancha venenosa en la cual nadie quiere agarrar el expediente y menos realizar medidas que permitan avanzar en la investigación.
Para colmo, cada vez que Menem habla, se profundizan las dudas.
- El ex presidente dijo que cobró la reparación, pero no supo explicar en qué juzgado se tramitó el juicio. Fuentes cercanas a la Secretaría de Derechos Humanos dicen que es cierto que Menem cobró una indemnización, pero no está claro cuánto.
- Menem sostiene que puso el dinero a nombre de Zulema, Zulemita y Carlitos. Su ex esposa lo niega categóricamente y aunque Zulemita no ha dicho palabra, lo cierto es que debió haber un trámite legal de donación para que el dinero pasara a manos de los familiares del riojano.
- Las cuentas no figuran ni en las declaraciones juradas de Menem ni en las de Ramón Hernández.
- De entrada, Menem dijo que tenía 600.000 dólares, pero cuando le dijeron que no pudo haber cobrado tantos intereses, cambió el discurso y sostuvo que tal vez tenga 400.000 o 500.000. Y de la otra cuenta, la que tiene con su ex secretario, no quiere hablar.
Las contradicciones se multiplican y provocarían una investigación lapidaria contra alguien que no tuviera ni plata ni poder. Por ahora, en el caso del millonario ex presidente, el proceso viene lento.