Las importaciones textiles desde China aumentaron 157 por ciento en el primer bimestre de 2007, respecto de igual período del año anterior, según denunciaron ayer industriales agrupados en la Fundación Pro Tejer. Esa fuerte suba llevó a que el conjunto de las importaciones textiles alcanzara un record de 191 millones de dólares, 15,4 por ciento más que en los dos primeros meses de 2006. A partir de estas cifras, el informe empresario estima que el sector tendrá un déficit comercial superior a los 1000 millones este año. No obstante, aclararon que “a pesar de la avalancha comercial china”, un 63 por ciento de los industriales locales prevé aumentar sus ventas, un 55 por ciento planea realizar inversiones para incrementar su capacidad productiva y un 42 por ciento afirma que contratará más trabajadores durante el año. Esto demuestra que, aunque se asusten con los chinos, los textiles siguen ganando.

Los mayores crecimientos de las importaciones se registraron en el rubro prendas de vestir (36,3% durante el primer bimestre con respecto a igual período del año pasado), fundamentalmente debido a la llegada de productos chinos. “Esta performance es particularmente nociva para el sector por dos motivos básicos: por un lado, ataca a los sectores con más valor agregado (los de la ropa) y, por otro, tiene un efecto de arrastre sobre el resto de la cadena de valor que provoca la contracción de la producción de tejidos, de hilados y de servicios de tintorería, por ejemplo”, manifestó Aldo Karagozian, presidente de Pro Tejer.

No obstante, y pese a la amenaza china, la Encuesta Cualitativa Anual de la Fundación, realizada en marzo a 104 empresas de las principales ramas del sector, arrojó como resultado expectativas favorables del sector para este año. El 63 por ciento de los empresarios piensa incrementar sus ventas, optimismo que también se manifiesta en los pronósticos de inversión y empleo.