ECONOMíA
Propuesta para declarar en quiebra a la Argentina
La agrupación Jubilee Plus presentó en Londres una propuesta para declarar la bancarrota argentina y negociar mejor con los acreedores. La escucharon en silencio representantes de 20 bancos privados.
Por Marcelo Justo
Desde Londres
La city de Londres analizó la propuesta de tratar la deuda externa argentina como un caso de “insolvencia de Estado”. Cuando Ann Pettifor, la directora de Jubilee Plus, planteó que Argentina podía formar parte “mañana mismo” de un mecanismo de arbitraje con sus acreedores similar a los existentes en casos de diferendos territoriales, un respetuoso silencio se escuchó de parte de los 20 representantes de bancos privados e instituciones públicas reunidas por el Centre for the Study of Financial Innovation (CSFI), una craneoteca inglesa en temas financieros. Especial interés provocó la ponencia del diputado del ARI Mario Cafiero, convertido para los financistas, durante el frugal ágape londinense, en ejemplar vivo de ese remoto país sudamericano ubicado en el ojo de la tormenta. “Es positivo, al menos ahora escuchan nuestras propuestas y no las de Cavallo”, resumió Cafiero a Página/12.
La propuesta de “insolvencia soberana” surgió de la crisis de la deuda externa de 1982 (ver entrevista aparte), pero necesitó varias debacles (México, Rusia, Ecuador, por nombrar algunas) para empezar a ser aceptada en los centros financieros y de poder internacionales. En septiembre el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Paul O’ Neill, y en noviembre la número dos del Fondo Monetario, Ann Krueger, dieron su visto bueno a una idea tenazmente resistida durante años. Entre los 20 miembros del CSFI presentes en el almuerzo-debate de ayer, se encontraban representantes del HSBC, Merrill Lynch, el Banco de Inglaterra, el Tesoro Británico y las agencias crediticias Moody’s y Standard and Poor’s, que no pestañearon cuando Ann Pettifor de Jubilee Plus, y Kunibert Raffer, economista de la Universidad de Viena y artífice de la idea de “insolvencia soberana”, junto a Mario Cafiero, explicaron los pasos para aceptar la declaración de bancarrota de un país, cuya solvencia sería después puesta a proceso de arbitraje para dictaminar la justicia del reclamo. Los participantes tampoco pusieron objeciones en cuanto a la posibilidad de que Argentina fuera el primero de los casi 80 países compilados por Jubilee Plus para entrar en este mecanismo.
Las diferencias surgieron en torno al arbitro de la insolvencia. La propuesta de una intervención de Naciones Unidas –y de una mayor participación civil en el proceso– generó suspicacias entre los banqueros que desconfían instintivamente de organizaciones supranacionales y sociales a las que identifican con “intromisión del estado” y tendencias “socializantes”. La idea de que el árbitro fuera el FMI tuvo mayor aceptación, aunque algunos bancos perciben al fondo como un acreedor más que, de ser árbitro, se dará prioridad a la hora de cobrar las deudas de un estado insolvente. Al igual que Jubilee Plus, el diputado Cafiero se opuso a que el Fondo tuviera esta función que lo convertiría en juez y parte del proceso, y apoyó el nombramiento de un árbitro pactado entre deudor y acreedores y la plena participación de actores civiles para una resolución “justa y transparente” del problema.
El diputado del ARI se reunió más tarde con dos miembros del Tesoro británico: John Gareth del equipo de Política Global e Institucional y Tim Brason, economista del team latinoamericano. En el encuentro de una hora, calificado por el diputado como “informativa y amistosa”, Cafiero describió la situación argentina y se explayó en el tema de la deuda y la fuga de capitales. La trayectoria de Gareth, que antes de unirse al Tesoro trabajó en el proyecto Jubilee 2000, para la cancelación de la deuda de los países más pobres, garantizó un interlocutor interesado y favorable. La influyente posición británica en el directorio del FMI es el valor agregado del encuentro.
El diputado del ARI se reunió también con su contraparte de la izquierda laborista, Jeremy Corbyn, adalid de la campaña por la extradición del ex dictador Augusto Pinochet y quien se comprometió a plantear el casoargentino en el parlamento británico. “Es palpable el enorme interés que existe hoy en Gran Bretaña por lo que pasa en Argentina”, destacó a Página/12 Cafiero. Este interés se vio reflejado en la cobertura que suscitó la presencia de un diputado de la oposición, antes reservada a la visita de ministros de Economía como Domingo Cavallo o cancilleres como Guido Di Tella: entrevistas con la BBC en inglés y español, presencia de los medios de prensa británica en el CSFI y una aparición en Newsnight, el programa político televisivo más importante de Gran Bretaña.