Lunes, 18 de junio de 2007 | Hoy
Las distribuidoras levantaron la restricción para comprar el combustible ayer al mediodía, en tanto desde el Gobierno analizan la aplicación de la Ley de Abastecimiento. Las transportadoras en la mira.
Por Fernando Krakowiak
Las estaciones de servicio de Gas Natural Comprimido (GNC) comenzaron ayer por la tarde a normalizar la provisión de fluido, luego de que las distribuidoras de gas levantaran la restricción que afectaba a centenares de puntos de venta en el área metropolitana, el resto de la provincia de Buenos Aires, La Pampa y Santa Fe. El anuncio llegó horas después de que el Gobierno dejara trascender la posibilidad no sólo de aplicar multas por la violación de la Ley de Abastecimiento, sino de quitarles la concesión a las empresas que registren incumplimientos contractuales. Una alta fuente oficial sostuvo ayer a Página/12 que se está analizando el comportamiento de cada una de las compañías que componen la cadena gasífera, pero dejó trascender nuevamente que la mira está puesta en Transportadora Gas del Norte (TGN) y Transportadora Gas del Sur (TGS).
El abastecimiento había sido restringido el viernes por la tarde debido al incremento en el consumo de gas motivado por las bajas temperaturas que se registran en gran parte del país. El faltante abarcó a 340 estaciones de GNC de Capital Federal y el sur del conurbano atendidas por Metrogas, 300 del norte y oeste de la provincia de Buenos Aires, zona controlada por Gas Natural BAN, y 217 de La Plata, el interior de la provincia y La Pampa, a cargo de Camuzzi Gas Pampeana. El sábado a la mañana la prohibición se extendió al nordeste de la provincia de Buenos Aires y todo Santa Fe, área concesionada a la compañía Litoral Gas.
Las empresas que integran la cadena habían dejado trascender la versión de que el suministro recién se normalizaría entre lunes y martes, pero ayer al mediodía las distribuidoras comenzaron a enviar notificaciones por escrito a las estaciones de servicio autorizando a levantar la restricción vigente para la venta de GNC. La normalización provocó largas colas de vehículos en las estaciones, principalmente de taxis y remises.
Un Comité de Emergencia, integrado por la Secretaría de Energía, el Enargas y las empresas productoras, transportadoras y distribuidoras de gas, es el encargado de monitorear la situación. Pero desde el Gobierno aseguraron a este diario que la decisión de levantar la restricción fue tomada por las distribuidoras. Según las empresas, se comenzó a autorizar la venta de combustible debido a la mejora de las condiciones climáticas y un acomodamiento de la demanda. El gerente de Relaciones Institucionales de Camuzzi, Gustavo Pedace, expresó que el restablecimiento fue posible luego de una recuperación notable “en los niveles de presión de gas”. No obstante, resulta difícil desvincular la normalización de la amenaza de sanciones anunciada el sábado por el Gobierno. Fuentes del Ministerio de Planificación informaron ayer a Página/12 que funcionarios de las secretarías de Energía y Comercio Interior se encargarán de “monitorear” el normal reabastecimiento de la red de comercialización de GNC, junto a los propietarios y peones de taxis.
El secretario general de la Federación Nacional de Peones de Taxis, Omar Viviani, aseguró que ayer por la mañana se comunicó telefónicamente con el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. “Le pedí que se sancione a quienes transportan el gas y me dijo que les van a aplicar una multa, que es lo que estipula la Ley de Abastecimiento”, afirmó. “Hay que ir más allá, yo le pedí que vayan presos”, sostuvo el sindicalista. Luego agregó que pedirá firmar un acta que les garantice a los taxistas la provisión de GNC en el invierno.
En el Gobierno consideran que la crisis de abastecimiento es culpa del sector privado por la falta de inversiones necesarias para afrontar el incremento de la demanda. “Estamos haciendo un análisis de las responsabilidades existente en toda la cadena del gas: la producción, el transporte y la distribución”, indicaron. El fin de semana se mencionó la posibilidad de aplicar sanciones a Transportadora Gas del Norte y Transportadora Gas del Sur por incumplimiento de contrato, retraso en las inversiones y falta de obras, las cuales podrían llegar a “la anulación de los contratos de concesión”.
En 1992 la concesión del transporte del gas de alta presión desde los pozos quedó en mano de TGN, que opera dos gasoductos centrales en el norte de la Argentina, y TGS, que hace lo propio en el sur del territorio con tres gasoductos. Ayer confirmaron a este diario que las transportistas están en la mira porque las productoras tienen gas natural, pero TGN y TGS no estarían transportando la cantidad necesaria para satisfacer la demanda. No obstante, aclararon que el estudio de la situación llevará tiempo y, por lo tanto, no habrá grandes anuncios en las próximas horas.
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