Funcionarios del gobierno de Santa Cruz y el intendente de Puerto Deseado se reunieron ayer en Buenos Aires con representantes empresarios pesqueros en un intento por destrabar el conflicto con los trabajadores, que estalló el último viernes con el incendio de oficinas en aquella localidad. La medida de fuerza tiene paralizada la economía de la comuna desde hace más de 15 días. El intendente Arturo Rodríguez aseguró que “se logró una tregua” entre empresarios y trabajadores. “Hace cuatro años que ese sector pesca sin un convenio colectivo de trabajo, algo que considero es una barbaridad”, se quejó, en respaldo al reclamo gremial. Respecto de la incidencia del impuesto a las Ganancias en el salario de los trabajadores, sostuvo que el viernes el gobernador Daniel Peralta “les anticipó que tengan un poco de paciencia porque se viene trabajando el tema entre el gobierno nacional y la CGT para aumentar el mínimo no imponible”. Daniel Medina, delegado del Sindicato Obrero Marítimos Unidos (SOMU) de Puerto Deseado, aseguró ayer que el clima en el lugar era “tranquilo” y que existe confianza en la negociación con los empresarios que continuará hoy. “No hay pérdidas millonarias. Se incendiaron oficinas que están aseguradas. Las líneas de producción no se tocaron”, dijo Medina, quien, de todos modos, hizo un “mea culpa” porque “se nos fue de las manos”.