Cristina Fernández de Kirch-ner comenzó ayer la primera etapa de su primera gira internacional como candidata presidencial en España, en donde mantuvo un distendido encuentro con el rey Juan Carlos de Borbón y su esposa, la reina Sofía, quienes la recibieron en su residencia veraniega de Palma de Mallorca, el Palacio de Marivent. Según pudo trascender, durante la entrevista a solas con Juan Carlos y durante el almuerzo posterior se tocó el tema de las papeleras, en el que el rey juega el papel de “facilitador” entre Argentina y Uruguay. También hubo un repaso, inevitable tratándose de los Kirchner, a los últimos índices económicos, a lo que el rey –según el relato argentino– habría respondido expresando su “satisfacción” por la recuperación del país.

Cristina llegó al palacio donde habitualmente la familia real pasa sus vacaciones a las 13.30 hora local. Al tratarse de un encuentro de carácter privado no se permitió la presencia de periodistas ni hubo comunicado oficial sobre los temas tratados en la audiencia. Es poco habitual que la casa real española reciba invitados durante sus vacaciones veraniegas, como no sean los tradicionales despachos de verano entre el rey y el primer ministro (ver recuadro).

Se sabe que Juan Carlos y Cristina Kirchner mantuvieron un encuentro a solas durante 45 minutos. Allí, según las fuentes argentinas, el rey se habría manifestado conforme con el avance que ha tenido el diálogo entre Argentina y Uruguay por el conflicto por las papeleras, pese a que ambas partes reconocen que aún no se vislumbra un acuerdo. Juan Carlos le dijo a la candidata que esperaba reencontrarse con el presidente Néstor Kirchner durante la próxima Cumbre Iberoamericana, que se llevará a cabo en Santiago de Chile entre el 8 y el 11 de noviembre próximos.

Justamente, según las versiones que circulan en Madrid, en esa ocasión el rey querría que Argentina y Uruguay presentaran algún tipo de solución al entuerto. Los técnicos de ambos países tienen previsto un nuevo encuentro en Nueva York la semana que viene en las oficinas que tiene en la ONU el embajador Juan Antonio Yáñez Barnuevo, el mediador designado por el rey. Sin embargo, nadie espera que se registren grandes avances.

Con todo, noviembre no es mala fecha para un acuerdo, según el calendario que maneja la Casa Rosada. Para ese entonces habrá pasado la elección presidencial y –si gana Cristina– todavía faltará un mes para su asunción. Sería el momento ideal para cerrar una negociación con el gobierno de Tabaré Vázquez que no acarrearía costos electorales ni costos políticos para una gestión que aún no habría arrancado.

Pero obviamente que en el encuentro de ayer entre el rey y Cristina no fueron tan lejos. Apenas hicieron un repaso de la situación.

Terminada la reunión a solas, pasaron a la terraza del majestuoso Marivent para disfrutar de un almuerzo con vista al mar. El palacio veraniego de los reyes se levanta sobre un acantilado que baña el Mediterráneo. Allí se les sumó la reina Sofía y, del lado argentino, el canciller Jorge Taiana, el embajador argentino en Madrid, Carlos Bettini, y el vocero Miguel Núñez.

“Hemos podido construir desde donde nos conocimos”, explicó luego la senadora su diálogo con los reyes. Juan Carlos y Sofía le contaron que cuando llegaron a la residencia los esperaba un cartel de sus nietos dándoles la bienvenida. Eso luego le permitió a Cristina considerar a la pareja real como “la perfecta familia española” y evaluarlos como “próximos a la gente”.

En un momento, candidata presidencial al fin, Cristina emprendió el relato sobre los últimos índices que marcaron una nueva baja del desempleo y de la pobreza en el país. “Me da satisfacción el avance de la recuperación económica en el país”, la acompañó el rey. La reina Sofía contó sobre el trabajo de su fundación que envía ayuda a Africa para la lucha contra el sida.

El relato de la comitiva argentina no hizo ninguna mención acerca de que el rey se hubiera referido a la situación de las empresas españolas en el país o alguna pregunta acerca de cuál podría ser su situación ante la eventualidad de que Cristina se convierta en presidenta.

Con ese condimento extra, el encuentro prolongado en un agradable almuerzo en el mediodía veraniego ibérico dejó buen gusto en la comitiva argentina. Aperitivo ideal para la jornada de hoy, seguramente la más importante de la visita, en la que participará de un almuerzo con la plana mayor del empresariado español y luego se reunirá con el jefe de gobierno José Luis Rodríguez Zapatero.